Las ganas de disfrutar actividades al aire libre aumentan con los días soleados. Con ello, uno de los planes que sale a relucir es el brunch: una comida en un ambiente especial con sus manteles, vajillas y flores. Para aquellos que quieren convertirse en expertos, aquí los mejores tips para lograrlo.
La esencia propia es indispensable
Al organizar un brunch es importante saber qué se quiere transmitir a los invitados para plasmar la esencia del evento junto a la atmósfera propia del lugar.
¿Por qué? El sitio y el concepto deben estar en sincronía, por lo que los materiales, las texturas, el mobiliario, las vajillas y la música se debe seleccionar con sumo cuidado.
Cuidar los detalles
Los detalles hacen la diferencia y más si se trata de objetos propios que aman los creadores del evento. Por ello, al hacer un brunch en casa se puede seleccionar un concepto que motive e inspire la experiencia.
Mantener el equilibrio
La mesa perfecta es aquella que hace que los invitados se sientan cómodos y sorprendidos al mismo tiempo. Por eso, es indispensable conseguir el equilibrio entre colores y texturas.
¿Cómo se puede lograr? Si se deja la mesa sencilla, el tono de las flores o las texturas y accesorios de las mesas deben tener mayor impacto.
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Conservar la mente abierta
Es común que el brunch se considere dentro de la mañana o late morning, pero puede extenderse hasta la tarde. Es recomendable tener esto en mente para eliminar la idea mañanera y escoger un mood más acorde al evento que se quiere diseñar.
Dile sí a las bebidas espumosas
Para conseguir el brunch perfecto es imprescindible contar con bebidas mezcladas con vinos espumosos, como las mimosas.
Por este motivo, la selección de la cristalería es otro must del diseño, puesto que la clave de este evento está en los elementos decorativos.