¿Por qué se depilan las mujeres? La historia de cómo el vello se volvió prohibido

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Uno de los debates más álgidos que existe está relacionado con la depilación femenina. A medida que pasa el tiempo, las opiniones evolucionan y las tendencias cambian, pero lo que suele persistir en la mente del colectivo sobre la mujer es “mejor con las piernas, ingles y axilas depiladas”. ¿Siempre fue visto el vello como algo prohibido y que no debería estar en el cuerpo? Aquí todos los detalles.

Las mujeres y la depilación femenina

¿Por qué nos sigue pareciendo extraño?

El motivo por el que las mujeres deben acudir a la depilación femenina para hacer desaparecer cualquier tipo de vello en las piernas, axilas, cejas, labio superior o cualquier área que “no corresponda” se remonta a mucho tiempo atrás.

¿Es algo biológico?, ¿las mujeres cuentan con un gen que las impulsa a arrancarse el vello corporal?, ¿la respuesta estará en la ciencia o hay algo más? Conozcamos qué pasaba antes.

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Vamos al principio de todo

El tabú tiene mucho tiempo entre nosotros

De acuerdo con diversos investigadores, en la Edad de Piedra se utilizaban piedras afiladas para quitarse el pelo. En ese momento tenía sentido que se hiciese por higiene, puesto que no existían mecanismos de limpieza, no se lavaban el pelo por lo que se enmarañaba y se volvía era el nido perfecto para criar piojos y ácaros.

Luego, los egipcios comenzaron a depilarse por las altas temperaturas. Además, se creía que tener vello corporal era sinónimo de incivilización. Por ello, hombres y mujeres lo hacían con una variedad de ungüentos que facilitaban el proceso de remoción de vellos.

Con la llegada del Imperio Romano se comienza a hacer una distinción. El vello corporal era visto como un tema de clases – como ocurría con los egipcios – y de higiene personal, pero el tema es que solo aplicaba a las mujeres.

La llegada de la Reina

Que las mujeres hacían… ¿qué?

Durante la época del Renacimiento, la reina Isabel estableció una norma social que todas las mujeres europeas tenían que seguir: depilarse el vello facial a excepción de las cejas.

La aceptación fue tal que las mujeres se quitaban 3 centímetros de cabello para tener la frente más grande.

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Cambios en la moda que impactaron

A principios del siglo XX, las prendas de ropa se fueron acortando y quedaban expuestas las axilas y los brazos, por lo que los primeros prejuicios en contra del vello femenino comenzaron a aparecer.

La mujer en la publicidad permitió generar una concepción diferente de la piel, ya que sin vello se consideraba mucho más limpia y cuidada. Este hecho fue visto como una oportunidad para los fabricantes de cuchillas de afeitar. Gillette para 1915 lanzó ‘Milady Décolletée’, la primera cuchilla femenina que prometía eliminar el pelo del rostro, cuello y brazos.

Además, los eslóganes antipelo no tardaron en hacer presencia. Este mensaje era puramente patriarcal y, en pocos años, no tardó en tomar fuerza. En los años 60, con la llegada y asentamiento de la minifalda, la depilación femenina era algo que la mujer debía hacer porque “era lo que le tocaba”.  

¿Y ahora qué pasa?

En estos momentos, el acceso a la información, la capacidad de debate y movimientos feministas han permitido que las mujeres comiencen a cuestionarse por qué deben odiar su vello corporal.

Las marcas se han hecho conscientes de esta realidad y han lanzado campañas con modelos que lucen vello en sus axilas. ¿Se normalizará el vello corporal en la mujer? O ¿Seguirá siendo un tabú en la sociedad?

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