Elsa Schiaparelli, la diseñadora que enamoró a Dalí con su locura y se ganó a Chanel como enemiga

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Con una inteligencia extraordinaria y una personalidad muy adelantada a su época, Elsa Schiaparelli se convirtió en todo un ícono de la historia de la moda. Su estilo surrealista logró enamorar a Salvador Dalí y su visión ‘cómoda’ de la moda, hizo que Coco Chanel la detestara de por vida. Aquí tienes la historia de unas de las mujeres más importantes del fashion world.

El convento que la transformó en artista

Siempre se destacó por su estilo extraño. Se casó una vez tras 24 horas de haber conocido a su esposo, el matrimonio fue un fracaso y se divorciaron poco tiempo después.

Nació bajo el seno de una familia extremadamente intelectual. Su padre era egiptólogo y su tío era astrónomo, ambos fueron sus dos más grandes influencias. Juntos se encargaron de que tuviera una educación privilegiada y llena de ventajas. Desde pequeña mostró interés por las artes y la literatura. El misticismo del universo la fascinaba y su tío la ayudaba a descubrirlo.

En búsqueda de crear su propio camino, comenzó a estudiar filosofía en la Universidad de Roma. Las letras la apasionaban pero todo se derrumbó cuando publicó un poemario en 1937 titulado “Arethusa” (haciendo referencia a un cometa). Su contenido de carácter sexual, escandalizó a sus padres quienes decidieron meterla en un convento.


De familia católica, estaba ya acostumbrada a las doctrinas de la religión, pero sus ideales eran muy diferentes. Soñaba con explorar el mundo. Escapó del convento un año después. Su estadía le sirvió para involucrarse más en la historia del arte. Conoció el Renacimiento y se enamoró profundamente del arte como medio de expresión. Lo que comenzó como un castigo, terminaría siendo la guía más importante de su vida.

Una revolución fashionista: ropa cómoda pero bonita

Ella era su propia musa, comenzó a popularizar el concepto de falda pantalón (lo que hoy conocemos como Palazzo) y fueron todo un éxito.

Schiaparelli comenzó a experimentar con todo tipo de creación artística. Se sumergió en la escritura, la pintura pero la moda resultó hacer clic con sus sentidos y se transformó en su leitmotiv. La moda femenina siempre había tenido una connotación icómoda y poco práctica, un ejemplo sencillo son los córsets que resultan ser una cárcel para el cuerpo. Ella quería transformar por completo el concepto y crear piezas que además de verse elegantes, pudieran ser cómodas y prácticas.

La tenista española Lili de Álvarez muestra su falda pantalón, diseñada por Schiaparell para que estuviera más comoda en el juego,i en 1931 en el North London Tennis Tournament.

Convencida de que su proyecto tendría éxito, comenzó vendiendo sus diseños a casas comerciales hasta que comenzó su propia industria. Sus trabajos eran coloridos y muy estrambóticos, lo que hacía un choque enorme con la tendencia minimalista de la época. Schiaparelli no tenía miedo de innovar y los resultados de sus experimentos fueron fantásticos.

Su propuesta de moda, tenía una mezcla de arquitectura, con surrealismo y lo mejor: practicidad. El estilo tan fuera de lo común de sus prendas, atrajo a clientas como Katharine Hepburn y a la duquesa de Windsor. Su nombre se transformó en sinónimo de elegancia y respeto dentro del mundo de la moda.

¡Una enemiga de gratis! El desprecio que le tenía Coco Chanel

Ambas tenían personalidades muy contrastantes, pero a Schiaparelli jamás le interesó la opinión de Chanel.

La diosa de la moda parisina era Coco Chanel y no había ni un alma que lo pusiera en duda. El auge del nombre de Schiaparelli comenzó a hacerle ruido a la ícono de la moda y comenzó una rivalidad que jamás ocultó. El estilo de Chanel era muy contrastante con el de Schiaparelli. Chanel era muy minimalista, elegante y sumamente recatada, mientras que su ‘enemiga’, era estrambótica, exagerada y colorida.

La duquesa de Windsor, posando para Vogue con un diseño exclusivo de Schiaparelli que tenía una langosta en el centro pintada a mano.

Chanel la llamaba despectivamente ‘La italiana’, y la detestaba porque consideraba que su ropa era ‘pobre de lujo’. Barata, poco elegante, estrafalaria. A «la italiana» en ningún momento le importó la opinión de su competidora principal y pese a la fortaleza del ‘imperio Chanel’, Schiaparelli fue tan exitosa que fue la primera mujer en aparecer en la portada del Times. Así que ni una enemiga tan poderosa como esa pudo detener su imperio.

El amor por el surrealismo la unió con Dalí

Su creación más famosa juntos, fue el ‘Vestido esqueleto’, inspirada en una de las obras de Dalí. Un traje completamente negro con añadiduras en forma de huesos.

Salvador Dalí es el personaje más extravagante de todo el surrealismo. Cuando conoció a Schiaparelli, la diseñadora italiana que no le tenía miedo a nada, sabía que era un match made in heaven. 

En 1937 comenzaron a trabajar juntos en una colección que cambiaría completamente el rumbo de su carrera porque la direccionó oficialmente al mundo de las artes -donde siempre quiso pertenecer-.

También hicieron juntos una línea de joyería y un sombrero en forma de tacón.

Juntos crearon diseños sorprendentes. Desde vestidos de esqueleto, hasta sombreros en forma de zapato. Dos grandes surrealistas trabajando en un mismo proyecto crearon una de las colecciones más exitosas de la carrera de Schiaparelli.  

Desde ese momento, se le conoció como la diseñadora que unía el arte con la moda. Fue aceptada por el grupo de los surrealistas y le salieron millones de proyectos diferentes, todos ligados a lo que le gustaba: una moda fuera de lo común. 

¿Qué le debemos a Schiaparelli?

Sin ella no tendríamos los fashion shows ni las semanas de la moda.

Schiaparelli fue la primera diseñadora que le dio un nombre a los diseños de accesorios, bolsos y lentes. Además de la ropa, comenzó a promocionar otros de sus trabajos dándoles su nombre. Con el propósito de crear un impacto mayor, al momento de presentar sus colecciones, armaba un show -estilo fiesta temática-. Fue la primera que convirtió la moda en un evento y gracias a ella, hoy existen las pasarelas de moda y los famosos fashion shows.

Hoy es recordada como una de las diseñadoras más influyentes de la historia, aunque su imperio se ve eclipsado por el de Coco Chanel, fue tan revolucionaria en la historia de la moda que muchas de las tradiciones que se tienen en la actualidad son gracias a ella. Su reino no continuó como marca sin su presencia, al morir, donó todas sus pertenencias al Metropolitan Museum of Art (MET).

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