Con su integración al mundo deportivo por casualidad y enfocada en cumplir sus metas, Lisbeli Vera ha hecho historia – una vez más – en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Con su talento y una vida interesante, la joven venezolana se ha convertido en una mujer histórica para el país. Aquí lo 5 datos curiosos que debes conocer sobre nuestra estrella paralímpica.

Una infancia que la preparó para la vida

Lisbeli Vera nació sin parte de su brazo izquierdo. Este hecho la convirtió en el foco de burlas y discriminaciones por parte de sus compañeros de clase cuando ingresó en primer grado.

“Eso siempre me hacía sentir diferente. Me encerraba en casa y decía que no quería salir”, comentó la atleta para el portal Paralympic. Aunque sus profesoras regañaban a los alumnos, para ellos la discapacidad de Lisbeli les impedía ser iguales.

En muchas ocasiones, Vera trató de no prestar atención a los comentarios que la hacían sentir mal. Además, la estrella paralímpica nunca le comentó a sus abuelos – con quienes vivió desde pequeña – lo que estaba viviendo.

Estas experiencias la ayudaron a crecer: “Esas bromas me hicieron madurar porque sabía que en algún momento iba a tener que enfrentar la vida, que no siempre me iban a proteger y que tenía que valerme por mí misma”.

El atletismo llamó a su puerta

En su pueblo natal de San José, Lisbeli Vera corría por diversión en su casa o en el parque. En la escuela solía hacer educación física y solo practicaba atletismo si participaban en algún evento interescolar.

En este ámbito, se dio cuenta de que podía correr de forma competitiva. “Cuando entré a la escuela iba a todos los juegos escolares de atletismo de espectadora, desde aquel momento soñaba con correr en la pista”, explicó para el portal Assembly.

Su golpe de suerte llegó mientras corría una carrera callejera local. Dentro de un grupo de preparadores, Leonel Cabezas la vio competir. Impresionado con su velocidad, la recomendó a su instructor Isidro Barthelemy – entrenador de la selección nacional.

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Cambios para cumplir un sueño

Motivada por la oportunidad de entrenar con Isidro Barthelemy, la atleta venezolana se fue de casa y viajó a la ciudad de Maracaibo para comenzar sus entrenamientos.

Aunque al principio se sentía muy triste y extrañaba a su familia, Lisbeli Vera se mantuvo firme y convencida de que ese era su camino.

A su vez, la timidez de la joven venezolana le jugaba en contra y entrenaba sola. “Fue cuestión de dos meses cuando empecé a tomar más confianza, empecé a entrenar con ellos porque a mí me mandaban a hacer las carreras y las hacía sola. Solo fue cuestión de tiempo, que yo me adaptara a ellos”, aseguró a Tess Thomas en Assembly.

¡Tres medallas a casa!

La atleta paralímpica ha enloquecido a Venezuela con sus logros en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Vera logró dos medallas de oro en las pruebas de 100 y 200 metros T47 -consiguiendo la mejor marca mundial del año en esta última con un tiempo de 24.52 segundos.

Además, trae consigo una medalla de plata en la prueba de 400 metros categoría T47. De esta manera, se convierte en la primera deportista femenina en la historia del país en conseguir tres galardones en unos mismos Juegos Paralímpicos.

Desde su debut internacional en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de São Paulo 2017, ha traído varias medallas para Venezuela. En 2019, ganó el título parapanamericano en los 400 metros T47.

A su vez, obtuvo dos medallas de plata en los 100 y 200 metros. Posteriormente, consiguió dos medallas de bronce en el Campeonato Mundial de Paratletismo Dubái 2019.

Buscando un cambio

Lisbeli considera que las escuelas deberían tomar medidas para mejorar su apoyo a los estudiantes con discapacidades para poner fin a las discriminaciones a las que se pueden ver sometidos.

“Hay que normalizar la visión hacia la discapacidad para que no sea motivo de burla o miradas curiosas”, aseveró. Las escuelas, al ser un segundo hogar, deben enseñar a los alumnos que tener una discapacidad no daña el sueño de la persona.

Conocida por algunos, pero con una vida interesante. Marina Cicogna es una aristócrata, escritora, fotógrafa, amiga y amante de las estrellas con el mayor privilegio de todos: puede asistir a las fiestas de la alta sociedad internacional porque es nieta del fundador del Festival de Venecia. ¿Qué ha hecho en su vida durante sus 87 años? Aquí todos los detalles.

Destinada al cine

El abuelo de Marina Cicogna, el conde Giuseppe Volpi, fue el fundador del Festival de Cine de Venecia en 1932. En ese momento, Volpi era el presidente de la Bienal y notó la receptividad de los actores de Hollywood hacia Venecia como destino turístico.

Su interés por mostrar el cine, una nueva manifestación artística, lo llevó a poner una pantalla donde actualmente se encuentra la piscina del Hotel Excelsior. Así nació el primer festival de cine de la historia.

Aunque su abuelo falleció cuando ella tenía 13 años, se mantuvo ligada a Venecia y al séptimo arte lo que le permitió ser coproductora de diversos títulos: ‘Belle de Jour’ (1967), ‘Érase una vez en América’ (1984) o ‘Hermano sol, hermana luna’ (1972).

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Coincidencias de la vida

Un año después del fallecimiento de su abuelo, la visita de David O. Selznick – productor de ‘Lo que el viento se llevó’ – y su familia la ayudó: “Gracias a él tuve claro que quería dedicarme a mi pasión, las películas”.

Luego, en 1951, se matriculó en la Universidad Sarah Lawrence en Bronxville, Nueva York. Allí entabló amistad con la hija de Jack Warner – el magnate de Hollywood-, Barbara.  Esta amistad la acercó a Montgomery Clift y Marlon Brando, reconocidos actores de la época.

Una relación cercana con la realeza

La vida de esta mujer ha sido de todo menos aburrida. Desde pequeña conoce al Rey Juan Carlos y ha sido cercana.

Muchas familias de la aristocracia y la realeza europea pasan sus veranos en Lausana, Suiza. Este hecho unió a los dos personajes: ambos jugaban de niños en este destino.

Años más tarde tuvo su primer novio real: el primo del Rey, Alfonso de Borbón y Dampierre – quien después se casó con Carmen Martínez-Bordiú.

En una entrevista, Marina Cicogna comentó que adora la compañía de don Juan Carlos: “es muy espontáneo y animado. La gente así puede parecer desenfadada, pero es un hombre muy serio”.

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Abierta en sus relaciones

Aunque diversos medios de comunicación la han denominado como una “amiga entrañable” para el Rey Juan Carlos, Marina Cicogna lo niega.

La mujer de 87 años estuvo durante dos décadas con la actriz brasileña Florinda Bolkan. A su vez, los actores Alain Delon, George Hamilton o Warren Beatty no pasan desapercibidos en su vida amorosa.

La fotógrafa italiana es abiertamente bisexual. En 2009 le confesó al periodista James Reginato: “Siempre he creído que lo que pasa en tu cama es asunto tuyo”.