Los Juegos Olímpicos cuentan con símbolos característicos que forman parte de la celebración. Estos fueron la cuna de una tradición que sigue implementándose en la actualidad: la llama olímpica. Uno de los cuatro elementos de la naturaleza tiene un significado especial en este evento. Aquí todos los detalles.
¿Qué representa?
Hay dos símbolos fundamentales de las Olimpiadas que representan los valores positivos de este evento deportivo: los cinco anillos y la llama olímpica. A su vez, este último elemento permite la vinculación y profunda conexión que existe entre los juegos antiguos y los modernos.
También se relaciona con el antiguo mito de Prometeo. Este titán robó el fuego a los dioses para devolvérselo a los hombres después de que Zeus no coincidiese con una de sus ideas para ayudar a los humanos.
Por su parte, el fuego simboliza el racionalismo, la vida, la libertad y la inventiva, por lo que pasó a ser la llama eterna que arde en el altar de Prytaneion, en la antigua Olimpia, durante la celebración de los Juegos Olímpicos antiguos.
¿Qué ocurre con los modernos? Este es el mismo lugar en el que se enciende la llama actualmente.
Te podría interesar: ¿Desde cuándo se celebran los Juegos Olímpicos? La historia de la competencia más famosa del mundo
El renacimiento del fuego olímpico
Aunque actualmente la audiencia disfruta de la llama olímpica, los Juegos Olímpicos modernos que tuvieron lugar en Atenas en 1896 no contaron con ella.
Fue para 1928 que se retomó la tradición, pero no se realizó una ceremonia en la antigua Olimpia, puesto que la llama ya estaba encendida en Ámsterdam.
En aquel entonces, la capital de los países bajos construyó un gran estadio para la ocasión, bajo la directriz del arquitecto neerlandés Jan Wils. Además, fue la primera vez que se incluyó un pebetero para alojar la llama.
Relevo de antorchas
La llama olímpica se encendía en la misma sede del evento, pero a partir de 1936, en los Juegos celebrados en Berlín, hubo un cambio en el protocolo.
Carl Diem, presidente del Comité Organizador, propuso incluir el relevo de antorchas. 3840 antorchas fueron usadas en el recorrido de 3187 kilómetros desde Grecia hasta Alemania.
3331 corredores la portaron en tramos de mil metros en su recorrido por Bulgaria, Yugoslavia, Hungría. Austria y Checoslovaquia.
Te podría interesar: ¿Sexismo en los Juegos Olímpicos? Mujeres obligadas a usar bikini y otros problemas de Tokio 2020
Encender la llama
‘Skaphia’ es el nombre de la herramienta que usaban los griegos para encender el fuego. Este espejo parabólico contenía los rayos del sol y los conservaba a una temperatura alta. Al conseguir el calor necesario se introducía la antorcha en su interior y se encendía el fuego “santo”.
Comprendiendo la llama olímpica
Una vez encendida, la llama olímpica debe seguir ardiendo durante la celebración de los Juegos Olímpicos hasta el día de la ceremonia de clausura, pero puede ocurrir que de forma accidental se extinga.
Por ello, siempre se transportan o se mantienen en reserva varias como medida de precaución. Uno de los apagones accidentales más memorables fue durante los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal, Canadá.
Luego de que una fuerte tormenta apagara la llama olímpica, un funcionario utilizó su propio encendedor de bolsillo para volver a darle vida al fuego.
La llama olímpica de los Juegos Olímpicos Tokio 2020
La celebración de los Juegos Olímpicos 2020 se vio nublada por la pandemia. Alrededor de todo el mundo iniciaron campañas extraordinarias en las que todos los trabajadores del sector de la salud eran los verdaderos héroes de este momento histórico.
Para trasladar el agradecimiento y la eterna admiración por todos los que luchan diariamente contra la pandemia, los JJ OO decidieron incluir a los doctores Hiroko Oohash y Junko Kitagawa. A su vez, el atleta paralímpico Wakako Tsuchid se llevó protagonismo al finalizar la carrera inaugural de la llama olímpica. Juntos formaron una red en la que se demostró que la solidaridad es lo más importante en tiempos difíciles.
¿Quién encendió la llama final? La tenista japonesa Naomi Osaka fue la encargada de encender la llama que resguardará la emoción olímpica estas semanas. El espectáculo fue inolvidable y quedará para la historia. Aquí el video de la ceremonia completa: