Con buenas vibras, mucho amor propio, motivación y la mente abierta, Angélica Gómez – mejor conocida como Angustia – busca ayudar con su trabajo en redes sociales a través de sus experiencias personales para que otros puedan aceptar esa perfección que no ven en ellos. Conversamos con ella y nos contó su historia. Aquí todos los detalles.
Reflexiones y cuestionamientos angustiosos
La familia de Angélica Gómez tuvo un impacto importante en la persona que es hoy. Para ella, la «clásica familia europea» está marcada por los estereotipos, el seguimiento de las normas y la importancia del qué dirán.
Por ello, desde pequeña le inculcaron cómo debía vestir y cómo debía ser. «Eso siempre me generaba ruido. Me quedaba pensando en el porqué. ¿Por qué preocuparse por opiniones ajenas? Es ahí cuando decido llevar esa contraria y esa crítica a otro punto de vista. Me hizo reflexionar bastante durante toda mi adolescencia el porqué de ese pensamiento, el porqué de esas creencias, el porqué tengo que ser y no el quiero ser», comenta la activista digital.
Esta crianza también la hizo reflexionar sobre su camino profesional. En su familia se consideraban profesionales a aquellos que estudian carreras como Arquitectura, Derecho o Medicina y, aunque en principio quería ser Presidenta de Venezuela, Angélica se dio cuenta de que su pasión era otra: «Llegó el punto en el que me di cuenta que quería ser una persona que vive del arte, de la comunicación».
Así, en la universidad empezó a descubrir quién era y sus pasiones, pero tuvo miedos. «Hasta negada estaba de ir a la universidad porque sentía que no iba a cumplir con las expectativas y eso me hacía demasiado ruido. Cuando llego a la universidad y comienzo a cumplir mis propias expectativas y a descubrirlas es cuando siento que viene la expansión», afirma.
Contar con una familia así hizo que Angustia reflexionara y se cuestionara durante toda su adolescencia, llegando a querer conocer todo e investigando para conseguirlo. De esta manera, se fue formando la mujer que es actualmente.
Angustia, un nombre único e inusual
A Angélica Gómez nunca le gustaron los diminutivos comunes de su nombre – Angy, Ange -, por lo que sus amigos comenzaron a llamarla An. Pero, como en su época del colegio estaba de moda el «Carlos Angustia» – por un comercial de Seguros Constitución -, el nombre varió y la llamaron «Angustia» como juego de palabras.
A su vez, en ese momento estaba de moda utilizar nombres cómicos en los usernames de Twitter y decidió colocarse Angustia. Este hecho la marcó y la dio a conocer. Pero lo que inició como una broma, la fue moldeando.
«Todo te va guiando como un río a su cauce. Lo que veía como un chiste y como algo que no iba a padecer en mi adolescencia, hoy lo veo como el trabajo más grande que tengo en mi vida, mi trabajo interno, que es el evaluar las angustias que uno tiene día a día porque todo el tiempo las tenemos […] sea por el trabajo, por la salud, por el entorno, por la parte social», explica.
Esta es una realidad que, en lugar de ser vista como un problema, la instagramer considera que debe ser vista como parte de la persona para poder entenderse. Por este motivo, llevó este contenido a sus redes sociales para compartir lo que ha vivido.
«No soy experta, no soy psicóloga, no soy coach, pero me gusta mostrar desde mi propia visión y experiencia, que ha sido tomada en cuenta y ha sido valorada. Me gusta expresarme porque es algo natural. Es algo que se debe normalizar de cierta forma y a la gente le gusta entenderlo y más cuando uno lo explica de una forma tan amena», afirma Angustia.
Hobbies que abren puertas
A los 15 años, la venezolana empezó a hacer cursos de fotografía y se enamoró de este arte. Este hobby le permitió tomarse muchos autorretratos que compartía en Facebook e Instagram.
Así, a los 16 años, ingresó al mundo del modelaje y fue forjando su camino: empezó a ser tomada en cuenta por fotógrafos y diversas marcas para ser su imagen.
Decirle sí a la variedad
Angélica Gómez considera que poco a poco se están generando cambios en la industria de modelaje venezolana a través de la expansión de los estereotipos, el tipo de cuerpo el color de piel, cabello y ojos de los modelos.
«Tener más variedad en las pasarelas, más variedad en las fotos de productos, tanto de hombres como de mujeres. Siento que vamos encaminados a eso y va poco a poco porque de cierta forma es educar al ojo a entender que cada cuerpo es distinto, que cada cuerpo es único y que no lo hace ni menos ni más bonito que otro, que es un cuerpo y ya. […] Y el valorar al ser humano más allá de la belleza externa, y entender que hay que darle valor a la actitud que puede tener una persona frente a la cámara», asegura.
Sin miedo a pedir una mano amiga
Ser imagen de un gimnasio en 2018 llevó a Angustia a desarrollar un trastorno de conducta alimentaria – anorexia -, ya que debía cumplir con ciertas medidas y con el estereotipo de traje de baño fitness. «Pensaba que lo ignoraba, pero me estaba comenzando a afectar tanto que dejé de comer carbohidratos, le tenía miedo a la comida. Eso detonó en mí cumplir los estándares de otras personas, que ni siquiera eran los míos».
Desde ese momento, este se ha convertido en un trabajo constante en el que la influencer venezolana ha ido mejorando poco a poco. Angélica considera que la mente muchas veces es nuestro mayor enemigo y que hay que detenerse e ir con un profesional: «Sea con un psicólogo o con un nutricionista. Si tú quieres un objetivo, amárrate de la mano de una persona que sea profesional porque inventar es nuestro error más grande y terminamos desencadenando otro tipo de cosas que nos perjudican a largo plazo».
También opina que aquellas personas que forman parte del mundo del modelaje deben estar alertas con este aspecto, ya que dentro de esta industria el cuestionamiento forma parte de la dinámica.
Pasar por esta experiencia la ayudó: «Me hizo darme cuenta que también soy débil y por más segura que haya sido en su momento caí en las críticas de los demás, caí en eso que yo criticaba – cumplir con los estereotipos de otros -… Todo es una cadena y todo es un ciclo que te va llevando, la vida te va llevando y te va diciendo el trabajo que tienes que hacer».
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La Perfección que No Ven
Luego de pasar un periodo de depresión y ansiedad – gracias al trastorno de conducta alimentaria -, Angélica empezó a hablar y a desahogarse en ‘La Perfección que No Ven‘.
«Había muchas niñas que me escribían ‘que perfecta eres’ y leer esa frase me hacía demasiado ruido. Esto me hizo abrirme y contar lo que estaba pasando, mis miedos, mi depresión […]. No esperaba que fuese tan bien recibido y que tantas personas compartiesen mi forma de pensar. Fue increíble. Fue algo que si hubiese planificado no hubiese salido igual», explica.
La venezolana sintió este podcast como su momento de despertar y el espacio perfecto para mostrar su esencia a los demás. Así, creó un espacio en el que podía comunicarse y permitir que otros mostrasen sus puntos de vista respecto a un tema: «Eso me hizo darle forma al proyecto […] y se creaba un círculo de personas maravillosas con una energía similar que queríamos trabajar y salir de ese mismo hueco».
El proyecto inició mostrando las imperfecciones de las personas, pero Angustia quería abarcar más para entender que no solo las personas tienen esa «perfección que no ven», sino que las situaciones del día a día y la vida en sí tienen un lado oscuro que al final las hace ser.
«De eso va ‘La Perfección que No Ven’, entender eso que vemos como negativo porque al final ese lado imperfecto hace las cosas perfectas […]. Nosotros somos perfectos como somos, pero tenemos celulitis y eso no tiene que ser una imperfección. Es simplemente la perfección que no mostramos», afirma.
Una nueva aliada
Un año en el que Kate Ramos y Angélica Gómez se volvieron amigas, y se desahogaban mutuamente gracias al trabajo, hizo que Angustia viese en ella una perfecta compañera para el podcast.
«Al escuchar nuestras conversaciones y nuestro punto de vista, que es muy flexible y muy abierto, noté que hacíamos un buen match para hablar y podemos crear algo increíble», opina.
De esta manera, Angustia la invitó al podcast porque la considera una mujer con capacidades increíbles en el mundo de la actuación y de la animación. Así, buscó demostrarle su poder y que otros pudiesen conocerla.
Juntas hicieron los seis episodios de la segunda temporada. «Los pueden ver en YouTube y vamos a ver si este año lanzamos la tercera temporada, ¿por qué no?», asegura emocionada.
Fiel creyente de las energías
Angustia opina que haber aprendido un poco sobre física cuántica la ha ayudado a comprender que el 99% de las cosas es energía y el otro 1% es materia. Este entendimiento ha sido mucho más flexible a lo comúnmente inculcado por los padres y le ha permitido descubrir y entender desde otra perspectivas lo que sucede.
«Me ha hecho muy intuitiva e introspectiva porque siento que todo parte de adentro de nosotros. Si somos capaces de generarnos la enfermedad, también somos capaces de generarnos la cura. Pero, todo está en nuestra cabeza y el poder que le podemos dar a las cosas», dice Angélica.
Este nuevo conocimiento la ha ayudado a agradecer y a aprender a drenar la energía: «Son diferentes formas de trabajar la energía para entender que somos energía. Somos una frecuencia vibratoria. No hay energía positiva ni negativa, sino alta y baja porque la energía no se rompe, no cambia… Simplemente sube o baja y está bien».
Mostrarse real en redes
Las redes sociales consumen gran parte del día a día de las personas y ser auténtico en ellas es difícil. A Angélica Gómez se le ha complicado porque no comparte toda su vida: tiene una agenda movida y muchas veces no se lo permite. Por ello, considera mucho más importante compartir y estar presente por esa vía cuando le provoque hacerlo.
«Cuando te nace hacerlo y no lo planeas sale hasta mejor que cuando lo planeas. Cuando te pones a planificar todo lo que vas a montar o a pensar demasiado las cosas se nota y creo que lo que me ha hecho real es no quedarme simplemente en la foto de portada […]. Muestro quién realmente soy porque aprendí que mostrando la parte vulnerable – tus errores – la haces menos vulnerable. Ya evitas que otra persona llegue a criticar esos errores, simplemente los abrazas, los entiendes y los trabajas», explica.
A su vez, con estos contenidos no busca evitar que los demás tengan sus propias opiniones sobre su vida: «Cada cabeza es un mundo y cada cabeza es un ideal, pero si recomiendo a las personas analizar la ley del espejo porque lo que digan de mi dice más de ellos que de mi misma, y siempre me he abrazado a esa frase y siempre me ha funcionado».
Un cambio abismal
Si la Angustia antes de la pandemia se encontrase con la Angustia de hoy no se reconocerían. Aunque actualmente sigue siendo workaholic, la instagramer aprendió a darse su espacio y a vivir sus pausas.
«Hay meses donde estoy mega full y hay algo que ocurre que me va a hacer detenerme y me hace ver que es un momento que necesito para mí. La Angustia vieja se hubiese frustrado, se hubiese molestado, se hubiese deprimido porque tenía muchas cosas que hacer, pero la Angustia de hoy abraza ese momento», expone Angélica.
Preguntas rápidas
- Podcast favorito: 99% de Mia Astral.
- Mujeres venezolanas que te inspiran: Rosshanna Bracho, Mia Astral, Sascha Fitness.
- Disco favorito: «cualquiera Lady Gaga, pero de pensar uno en el momento ‘Artpop‘».
- Lo primero que haces al levantarte: «Al levantarme lo primero que hago es agradecer porque estoy abriendo mis ojitos, por un nuevo día, por una nueva oportunidad para equivocarme, para tomar el control, para probar, para vivir y una nueva oportunidad para abrazar».
- ¿Qué prefieres? Hacer ejercicio o meditar: «Medito cuando hago ejercicio. Me concentro al punto de tener una conexión mente cuerpo y hago mindfulness”.