Desde que hicieron público su compromiso el 24 de febrero de 1981, Diana de Gales se convirtió en la princesa favorita del mundo y además, en un ícono de moda. Si bien sabemos que su boda no fue la más romántica (por la presencia de Camila y otros miles de problemas), su anillo de compromiso marcó un precedente en la historia y aquí te contamos todos los detalles.
Un anillo en honor a su madre
Diana de Gales eligió su propio anillo de compromiso en 1981 en el Windsor Castle. Junto a ella estaba su prometido Carlos y la reina Isabel II. Dentro de una serie infinita de opciones, Diana eligió un anillo azul hermoso e inmenso: “Los ojos de la reina saltaron cuando elegí el más grande”, dijo meses después según Stephen Barry, autor del libro Royal Secrets: The View From Downstairs.
Diana eligió un zafiro Ceilán ovalado de 12 quilates, rodeado de 14 diamantes solitarios, hecho en oro blanco de 18 quilates. Para el momento de la compra, el anillo costó £28,500, que es equivalente a £123,000 del día de hoy, aunque su valor comercial supera los $500.000.
¿Qué es un zafiro Ceilán? Son los que tienen el color azul más puro, profundo y brillante. Los zafiros vienen en cientos de variaciones diferentes que pueden llegar a ser azul casi traslúcido (que son más económicos), a azules tan profundos como el océano (que es el caso del anillo de Diana).
Diana de Gales explicó que eligió un anillo azul brillante en lugar de un diamante blanco tradicional, porque le recordaba al anillo de compromiso de su madre. Ambos anillos son muy similares.
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¿Dónde está el anillo?
El famoso zafiro Ceilán de Diana de Gales volvió a las pantallas el 16 de noviembre del 2010 cuando se hizo público el compromiso del príncipe William con Kate Middleton. “Es el anillo de compromiso de mi madre y es muy especial para mí, así como Kate es muy especial para mí ahora también, era la única manera de ponerlas juntas”, comentó a la prensa el príncipe.
Recientemente se descubrió que el anillo de compromiso realmente era herencia del príncipe Harry y no de William. Según un reporte de The Sun, en 1997 cuando murió su madre, ambos niños debieron elegir sus joyas favoritas de la colección de Diana de Gales y Harry eligió el zafiro.
Como William se comprometió primero se lo cedió y ahora es la duquesa de Cambridge Kate Middleton quien lo resguarda, pero si hubiera esperado, quizás fuera Meghan Markle quien lo luciera todos los días.