El virus que ha desatado una pandemia mundial, sigue siendo un misterio para muchos. Científicos de todo el mundo trabajan en conjunto para descifrar el comportamiento molecular del virus para así lograr erradicarlo. Mientras se descubre, aquí te traemos una serie de recomendaciones para evitar –aún más-, el contagio.
Nubes de ‘saliva’ invisible
Acatar la cuarentena toma cada vez más fuerza. El distanciamiento social parece ser la medida más segura para frenar la curva de contagio. En un estudio realizado por la KU Leuven, una de las universidades más importantes de Bélgica, en conjunto con la Universidad Tecnológica de Eindhoven de Países Bajos, asegura que las actividades al aire libre deberían estar muy bien condicionadas para evitar la propagación del virus.
El estudio se titula: ¿Por qué en tiempos de Covid-19 no deben caminar, correr o andar en bicicleta, cerca uno de otro? Y expone cuidadosamente cuáles son las medidas que deberíamos tomar para poder estar al aire libre pero sin exponer nuestra salud.
En un principio se creía que la distancia apropiada era de 1 o 2 metros, pero el estudio asegura que debemos estar mucho más lejos por nubes de saliva invisible que se mantienen en el aire sin que nos demos cuenta.
De 4 a 5 metros de separación
Con solo respirar, tu cuerpo deja un rastro detrás. Es imperceptible para el ojo humano, pero está científicamente comprobado que dejamos ‘una estela’, no solo con toser y estornudar, sino también con respirar:
“Las personas que estornudan o tosen esparcen gotas con una mayor fuerza, pero también las que simplemente respiran dejarán partículas atrás. Cuando otras atraviesan esa nube, todavía esas gotas pueden aterrizar en su ropa”, explica el profesor Bert Bloken, uno de los científicos encargados de la investigación.
El estudio asegura que todos deben mantenerse en una distancia de al menos 4-5 metros para evitar el contagio. Para correr y andar en bicicleta, la separación debería ser de al menos 10 metros y para pasar cerca de alguien (mientras se trota, por ejemplo), la distancia debería ser de por lo menos, 20 metros.
¡Distancia y tapabocas!
Además de la cuarentena y la distancia, se refuerza la necesidad del uso de mascarillas. Un artículo publicado en The New England Journal of Medicine por Matthew Meselson Ph.D de la Universidad de Harvard, Cambridge, Estados Unidos, acerca de la visualización con luz láser, de gotitas de fluido oral generadas por el habla.
“Mientras que las gotas grandes caen al suelo, las gotas pequeñas pueden deshidratarse y permanecer como ‘núcleos de gotas en el aire’, donde se comportan como un aerosol y, por lo tanto, expanden la extensión espacial de las partículas infecciosas emitidas”, explica el científico.
La mascarilla lo que hace es frenar la emisión de gotas de saliva y ‘resguardarlas’, al menos momentáneamente, en la barrera facial. Es por esto que no se recomienda reutilizar los tapabocas, a menos que sean lavados después de cada uso.
Se advierte, de acuerdo a los resultados, la necesidad del uso constante de tapaboca en cualquier espacio público, cubriendo totalmente nariz y boca.
¡Cuidado con el baño!
David A. Johnson, jefe de gastroenterología en Eastern Virginia Medical School, Norfolk, Virginia, Estados Unidos, en un video para Medscape, la dispersión de partículas de SARS-CoV-2 en el entorno del inodoro cuando se descarga el agua para arrastrar la materia fecal de una persona infectada, puede permanecer en el aire hasta 3 horas y sobre superficies duras hasta 3-4 días, contaminando tanto cepillos de dientes cercanos como los teléfonos celulares que mucha gente usa en el baño.
Para evitar la propagación, es recomendable lavar el baño constantemente con desinfectantes (como cloro o lejía) y evitar ingresar con artículos de uso personal (como teléfonos celulares y objetos de uso diario).
¿Y si pierdes el olfato?
Las otorrinolaringólogas Graciela Soler, de Argentina; y Sajidxa Mariño, de Venezuela, directora y fundadora de Respira Libre, Centro de Otorrinolaringología y cirugía láser en consultorio para niños y adultos son integrantes del Clinical Olfactory Working Group (COWoG), grupo internacional de investigadores apoyado por la European Rhinological Society e integrantes del Global Consortium for Chemosensor Research (GCCR), grupo creado por el Dr. Thomas Hümmel -de Alemania- y colaboradores, en el que participan 300 especialistas de 50 países en el mundo que actualmente estudian los casos de pérdida del olfato, agudo, aislado, sin otros síntomas característicos del virus, y las consecuencias olfativas pos infección en la población expuesta.
La doctora Mariño, expresidenta de la Sociedad Venezolana de Otorrinolaringología 2015-2018, actualmente participa en una investigación de carácter internacional sobre la anosmia como síntoma precoz del Covid-19 y las terapias de rehabilitación del olfato. Asimismo, es miembro del Grupo de Estudio de Olfato y Gusto (G.E.O.G) que dirige la doctora Soler.
Con el objetivo de hacer un intercambio de datos que surjan en investigaciones, Mariño realiza una serie de Entrevistas en Respira Libre que se transmiten por el canal de Youtube Respira Libre, con especialistas internacionales en diferentes áreas. Igualmente, la otorrinolaringóloga brinda diariamente el servicio de conexión médica de 5:30 pm a 5:40 pm por Instagram Live en la cuenta @respiralibre