No solo es que crea y diseña productos que lucen literalmente como basura y se venden en miles de dólares, Balenciaga ha ido mucho más allá de los límites permitidos al presentar un desfile «apocalíptico» en la Semana de la Moda de París.
Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga se ideó un desfile en barro para «romper con todas las etiquetas convencionales de la industria». Todo esto teniendo como escenografía un crater gigantesco que según la firma, representaba «la búsqueda de la verdad».
Kanye West
El rapero ha sido noticia en toda la Semana de la Moda. Fue el encargado de abrir el desfile con un look de inspiración militar, un poco a lo «Mad Max, Fury Road», que pretendía ser un sobreviviente de un cataclismo. La gran ausente de velada fue su ex esposa, Kim Kardashian, quien asidua a los modelos de Balenciaga, esta vez no hizo acto de presencia. Sin embargo, la hija de ambos, North, apoyó a su padre en primera fila.
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Barro y decadencia
Sobre la pasarela llena de barro, los modelos desfilaban decididos sin pudor a manchar las prendas, imponiendo así su propia visión del lujo y generando una sátira sobre el concepto actual. Aunque la suciedad del barro contribuía a crear esa imagen decadente, muchas de las prendas del desfile ya presentaban claros rasgos de desgaste y suciedad, reseñó el diario ABC de España. Además se cuenta que también había un hedor que recordaba al azufre y por si fuera poco, los modelos lucían famélicos como si de verdad hubieran ido a una guerra.
Prendas unisex
El desfile también destacó por la propuesta unisex. Los hombres llevaban corses y tops que se evidenciaban femeninos, pero que aquí no ha importado el género. Algunos modelos llevaban portabebés con muñecos muy realistas que, según el propio Demna, «casi daban miedo» y que, según explicó más tarde, fueron algunos de los detalles que más les costó preparar para el desfile. Al igual que el manchado previo de ciertas prendas, desgastadas y llenas de salpicaduras artísticas ya antes de pisar el barro.