A «Wakanda Forever», la segunda entrega de Pantera Negra, la amas o la odias. Es una película extensa que retoma la difícil tarea de seguir con el super héroe de Wakanda luego de que el actor que lo interpretaba, Chadwick Boseman, falleciera de un cáncer de colon a los 43 años. Cuatro años después de su fallecimiento se estrena la secuela de este rey africano y te contamos lo bueno y lo malo de esta nueva entrega del Universo Cinematográfico de Marvel.
Homenaje a Chadwick
Los primeros minutos de esta cinta es un sentido homenaje a Chadwick Boseman. En la historia el rey Tchalla muere a causa de una enfermedad que en ningún momento aclaran en la historia. Su pueblo lo entierra con todos los honores y es una secuencia hermosa y bien sentida, no solo en honor al protagonista de la historia, sino al actor que lo interpretó.
La trama
Aquí vemos el nacimiento de la nueva Pantera Negra, que es Shiru, la hermana de Tchalla. Y su lucha por defender a Wakanda de los habitantes de Atlantis que tienen intereses encontrados y en común con los wakandianos. La lucha entre estos dos se hace lenta y por algunos momentos pareciera que se estuviera viendo una telenovela. La película dura alrededor de tres horas y se hace muy larga, además en que hay momentos en que falta acción. Es una película de Marvel que no parece que fuera estos estudios.
Namor
El villano de esta historia es el semi dios Namor, interpretado por Tenoch Huerta. En las historietas es hijo mutante de un capitán marino humano y una princesa del mítico reino submarino de la Atlántida, Posee la superfuerza y las habilidades acuáticas de la raza Homo mermanus, así como la capacidad mutante de vuelo, junto con otros poderes sobrehumanos. Aquí en la película su mutación y superpoderes se deben a que su mamá ingirió un super mineral y no es de la Atlantida, sino de la península azteca. Sin embargo, mi mayor problema con Namor y sus súbditos es que parecen una copia de Avatar.
Los actores
En general todos están muy bien, pero mención aparte merecen Angela Basset quien es impecable como la reina Ramonda y Lupita Nyongo, quien está bellísima en esta cinta y como siempre a la altura de las circunstancia. Encanta la parte en que habla español (recordemos que lo habla perfecto ya que vivió muchos años en México). Laetita Wright lo hace muy bien, pero esa pesadumbre que la acompaña en toda la película se hace pesada, aunque asume con honores el papel de heroína.
Las risas
Si bien no abundan en los minutos que dura la historia, si hay sus momentos y son los que logran aligerar un film que de otra manera sería oscuro y pesado.