Bajo la mirada de uno de los directores de cine más famosos y exitosos del país, La noche de las dos lunas, llega para mostrarle al público venezolano la realidad detrás de una fertilización in vitro. Tocando temas álgidos como las pérdidas, el deseo de convertirse en madre, la depresión y el desarraigo, Miguel Ferrari trae una propuesta que promete ser todo un éxito. ¿Por qué deberías verla? Aquí te contamos todo.
Un debate cultural ¿de quién son los hijos?
La película presenta una sinopsis extraordinaria, que invita a los espectadores a debatir sobre qué es lo correcto.
¿De qué se trata? Al tercer mes de embarazo, Federica descubre que el bebé que está esperando no tiene su ADN. Acude a la clínica donde se realizó el tratamiento de fecundación in vitro y allí reconocen haber cometido un error, intercambiando su embrión con el de otra pareja. La clínica identifica a la mujer a quien le implantaron su embrión, pero ésta ha tenido un aborto. Federica decide continuar con su embarazo y quedarse con el bebé, pero los padres biológicos emprenderán una batalla para recuperarlo.
¿Qué harías tu? ¿A quién le pertenece el bebé? Todas esas dudas, se intensificarán después de ver la película.
El director ganó el Goya
Miguel Ferrari, es conocido por su espectacular película Azul y no tan rosa, una cinta en la que presenta la vida de una pareja homosexual y su deseo de tener hijos. Fue ejecutada tan magistralmente, que fue reconocida como la Mejor Película Iberoamericana Por Los Premios Goya.
Ferrari tiene una visión estupenda sobre la vida y disfruta adentrarse en temas álgidos y complejos de tratar. En esta nueva cinta, quiso mostrar una misma problemática desde múltiples perspectivas, con una dirección artística y fotográfica que enamora -e impacta- al espectador. Simplemente increíble.
Es una historia inspirada en hechos reales
Ferrari comentó en una rueda de prensa, que el guion de la película nació gracias a una noticia que leyó. En una clínica de fertilidad italiana, mezclaron los embriones tal como sucede en la película. Si bien el desarrollo de la historia original es diferente, el director le muestra al público un problema que puede ser completamente real.
Una co-producción que te llenará de ilusión
La película se realizó entre dos países: España y Venezuela. Si bien esta ambientada para que no se sepa exactamente la locación, hay muchos lugares que le hacen un guiño a la cultura caraqueña y que son una delicia de observar. Además, -sin spoiler-, una de las escenas más icónicas es en medio del Ávila, nuestra montaña hermosa.
Un elenco lleno de grandes estrellas
Las maravillosas actrices venezolanas Prakriti Maduro y Mariaca Semprún, son las encargadas de darle vida a todo el proyecto, junto a ellas, trabajan Luis Gerónimo Abreu y Albi De Abreu, además de que cuentan con la primerísima actriz española María Barranco.
Todos, se sumergen de lleno en su papel y te transportan a un mundo extraordinario lleno de dudas, sueños y visiones diferentes sobre un mismo problema.
Las escenas son una obra de arte
Cada escenografía se adapta a la perfección al mood de la escena. La dirección artística está muy bien cuidada y cada personaje se desenvuelve en paisajes que resuenan con sus esencias y sus sentires. Es una visión refrescante para el cine venezolano, además de que aborda la desnudez con suma delicadeza y bajo un propósito artístico incuestionable.
“Quería incluir desnudos para mostrarnos vulnerables, crudos, humanos”, explicó el director. “En un principio los actores querían persuadirme de cambiar la visión, pero todos terminaron entendiendo mi concepto y aceptaron. Soy muy suertudo”, comentó jocosamente.