Los viajes en tren hacen que los pasajeros recuerden la famosa frase del ensayista Ralph Waldo Emerson: «No se trata del destino, sino del viaje». Con rutas alternativas y paisajes asombrosos, este medio de transporte se convierte en el ideal para relajarse y disfrutar de la ventana hasta la parada final. Aquí todos los detalles de esta experiencia.
Explorando los andes peruanos


Un vagón bar con ventanas panorámicas y una plataforma al aire libre recibe a los pasajeras que viajan a través del altiplano de Perú. Una opción perfecta para aquellos que quieren viajar y relajarse en el trayecto.
El Explorador de los Andes – nombre que recibe este tren – cuenta con detalles en bronces, paneles de madera y una elegante geometría que rememora los diseños de los años 20.
Por el sur de España


Quienes desean conocer la región andaluza del sur de España deben tomar un viaje en el Al Ándalus. El recorrido empieza de Sevilla – o Granada – y cuenta con diferentes paradas en puntos gastronómicos y culturales estratégicos para aquellos quieren vivir la región por completo.
¿Viajando como la realeza? En Al Ándalus es posible. Los vagones se construyeron en la década de 1920 y acogieron a los monarcas británicos que viajaban de Calais (Francia) a la Riviera. Por este motivo, su interior tiene una mezcla de época y un valor histórico.
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Muchas rutas que descubrir


Vancouver es el punto de partida del viaje en el Rocky Mountaineer, el tren perfecto para gozar de cuatro rutas diferentes. A pesar de que casi todos los viajes atraviesan las Montañas Rocosas canadienses, existe una opción para aquellos que quieren conocer el desierto y los lleva desde Moab, Utah, hasta Denver, Colorado.
De acuerdo con el vagón, se vive una experiencia diferente. Algunos cuentan con ventanas de cúpula de cristal de gran tamaño o plataformas de observación al aire libre.
Un paisaje de ensueño


Las pintorescas Tierras Altas y los lagos cristalinos de Escocia se convierten en el escenario ideal para que el Belmond Royal Scotsman serpentee y traslade a los pasajeros.
Con calidez y elegancia, los vagones de este tren son perfectos para deslumbrarse con los estampados históricos y el toque tradicional escocés, perfecto para dormir en trayectos largos.