Amante de los libros y fiel creyente de solo leer o ver lo que te gusta, Adriana Montiel comenzó hace casi tres años a recomendar y dar datos en su cuenta de Instagram: Dateando Ando (@dateandoando). Lo que era una distracción se convirtió en una nueva responsabilidad cargada de proyectos para la venezolana. Aquí nos contó todos los detalles.
Pasatiempos que terminan enamorando
Adriana Montiel no se sentía identificada con los planes de sus amigas contemporáneas. Todas aman jugar canastón, pero a ella no se le da porque es muy distraída.
Aunque tenía un grupo cinéfilo con el que podía ir al cine o reunirse a ver una película, las salidas eran cada vez más paulatinas. Su frustración aumentó cuando venía de regreso a Venezuela después de visitar a su hija Bárbara, pero la joven tuvo la solución perfecta: crear un blog y empezar a recomendar.
Al pensar en el trabajo que implicaría mantenerlo atractivo, llegaron a la conclusión de que sería mejor abrir una cuenta de Instagram. A pesar de no saber mucho del manejo de redes, Adriana se preparó con diversos cursos y diplomados.
“Una cosa que empezó siendo algo para distraerme, pasó a ser una responsabilidad que disfruto muchísimo”.
En principio iba a llamarse ‘Qué Leer’, pero el usuario estaba ocupado y limitaba el contenido por lo que empezó a buscar una alternativa relacionada con recomendaciones.
“Para nosotros los venezolanos el ‘Te tengo un dato’ es tan característico que por ahí surgió el nombre. Estaba libre y me lancé con Dateando Ando”, explicó la madre de dos hijos.
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De una realidad a otra
Los cambios inesperados son una realidad y Adriana lo sabe. A pesar de siempre haberse sentido atraída por Comunicación Social, terminó estudiando Derecho y haciendo un postgrado en Derecho Mercantil en la Universidad Católica Andrés Bello.
Luego trabajó durante 5 años en una compañía de seguros, pero cuando se convirtió en madre su labor cambió: “Uno ya deja de pensar en uno, uno piensa en sus hijos”.
Dejó de trabajar como abogada y se dedicó a ellos, además de aprovechar el tiempo para estudiar francés y arte. “Tenía mi tiempo y lo arreglaba a la comodidad de poder estar y compartir con mis hijos todo lo que ellos demandaban”, explicó.
Ahora que están grandes, Adriana tiene un nuevo hijo: Dateando Ando. La venezolana jamás pensó que la vida la llevaría a esto.
“Nunca pensé que iba a trabajar del otro lado de las cámaras ni de la radio, pero me encanta”.
Despedidas amargas y nuevos comienzos
Luego de dos años, los caminos de Rafael Urdaneta y Adriana Montiel se separaron en el ámbito profesional. El proyecto que llevaron juntos en la radio llegó a su fin el pasado 29 de julio y ambos se sienten “enguayabados”.
“Me siento enguayabada, pero feliz de haber disfrutado, de haber aprendido, de habernos retroalimentado estos dos años y de haber conocido a una persona tan maravillosa como Rafael”.
Este no es el final. Dateando Ando continuará su programación en otro dial: Kys F.M. Asimismo, empezó junto a Antonio Vasco un programa en YouTube: ‘Rebobina la Serie’, espacio en el que hablan sobre producciones del pasado.
Eligiendo entre sus pasiones
Si tuviese que elegir entre la literatura, las películas o las series, la mente detrás de Dateando Ando se quedaría con la primera – la lectura – aun cuando es una de las más difíciles de cumplir actualmente.
“Un libro es una compañía. Con un libro sueñas, con un libro te imaginas. Tú te haces tu propia película. Uno se siente parte, uno comulga con el libro. Puedes llevarlo a cualquier lado y así no tengas internet puedes leer”, aseguró Montiel.
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Enfocarse en lo que nos gusta
Para crear contenido para Dateando Ando no tiene ninguna técnica. Antes investigaba mucho, pero los algoritmos de las plataformas de streaming han facilitado la tarea.
Al momento de buscar libros, Adriana conoce sus preferencias, pero trata de leer todo lo que cae en sus manos siempre y cuando la atrape.
Disfruta de biografías y novelas negras, policiacas o rosas.
“La vida es una sola y no podemos estar perdiendo el tiempo en algo que no nos guste. Entonces, para leer o para ver algo, tiene que ser algo que te atrape. Si no te atrapa, no pasa nada si lo dejaste. No hay que tener remordimiento”, afirma la venezolana.
