La boda de Grace Kelly y el vestido más deseado del siglo XX

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Hace 66 años, la aclamada actriz Grace Kelly contrajo matrimonio con el príncipe Raniero III de Mónaco ante la mirada atenta de millones de espectadores. Este evento se convirtió en una de las bodas más emblemáticas del siglo y su icónico vestido marcó un hito. Aquí todos los detalles.

Una pareja inusual en un evento emblemático

Durante la primavera de 1956, Grace Kelly se despidió de Estados Unidos para embarcarse en un transatlántico que la llevaría a Europa para casarse con Raniero III.

Su unión generó muchas especulaciones, puesto que tenían un año de haberse conocido y, tras un fugaz romance, la relación iba a culminar en matrimonio rápidamente.

Aunque la maniobra parecía buscar descendencia y que la familia real monegasca no perdiese el control del principado, esta boda se convirtió en uno de los acontecimientos más relevantes del siglo XX.

Con apenas 26 años, la prestigiosa actriz dejó su carrera en Hollywood para convertirse en princesa. La alianza entre el cine y la monarquía se afianzó el 19 de abril en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada de Mónaco.

La boda fue retransmitida por varios canales europeos que sintonizaron desde sus televisiones más de 30 millones de espectadores.

Un vestido icónico

Ya sea por su elaborado diseño, sus delicados materiales o su favorecedora silueta, el impecable vestido de corte de princesa de Grace Kelly se ha convertido en uno de los diseños más deseados e imitados de las últimas décadas.

Este modelo fue un regalo de la productora estadounidense Metro Goldwyn Mayer (MGM), empresa con la que colaboró cuando era actriz. La diseñadora de vestuario Helen Rose, ganadora de dos premios Oscar al ‘Mejor Diseño de Vestuario’ por ‘Cautivos del Mal’ en 1952 y ‘Mañana Lloraré’ en 1955, dio forma a este obsequio.

El atuendo lo fabricó en Estados Unidos con tela de peau de soie y encaje de aguja de Bruselas del siglo XIX. El vestido estaba compuesto por dos partes fundamentales: el escote de cuello alto que caía en un corpiño ceñido de silueta clásica con una manga larga ajustada y los detalles de perlas bordadas a mano.

El desenlace del vestido dejaba a todos sin aliento. La prenda terminaba en una falda plisada de faille de seda con una cola de más 10 metros.

¿Cuál fue la inspiración de Rose? Las películas producidas por MGM durante los años 50.

El velo

La actriz ganadora al Oscar por su interpretación en ‘La Angustia de Vivir’ eligió una combinación segura y fácil de recrear: un velo de tul de seda de 80 centímetros con terminaciones de encaje. Este iba sujeto por un peinado realizado por Sydney Guilaroff, el estilista preferido de las estrellas del cine del momento.

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El tocado

La princesa de Mónaco optó por no llevar una emblemática tiara el día de su boda. En su lugar, Grace Kelly lució un gorro de julieta de encaje de flores de azahar decorado con perlas.

Esta elección fue muy femenina y evocaba a la época de las obras teatrales de William Shakespeare.

Los zapatos

Los zapatos de la boda de Grace Kelly fueron un diseño especial del británico David Evins. Estos estaban fabricados con encaje y contaban con un tacón bajo para darle mayor soporte. A su vez, la punta rosa estaba decorada con perlas, cuentas de cristal y cuero.

El ramo y su biblia

La nacida en Filadelfia llevó un ramo de novia ideal para complementar a la perfección su vestido. Este estaba conformado por lirios del valle y los acompañó con un pequeño libro de oraciones.

En esa época, era común que las novias religiosas llevaran una Biblia en sus manos. Sin embargo, hizo el accesorio suyo al forrar el libro con seda, encaje y perlas.

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