Armando Velutini, el artista que transformó el hombre de LEGO en una obra de arte

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Imagina por un momento, usar tu juguete favorito de la infancia como inspiración para tu creación artística, eso fue lo que hizo Armando Velutini con sus “Brick Canvas”. Con un proceso artístico que llegó por casualidad, se ha convertido en todo un éxito que traspasa las fronteras de los ART Toys.

Un mundo hecho de LEGO

Ha convertido sus creaciones en homenajes a personajes y marcas populares.
También hace pedidos personalizados y todas sus obras se pueden desarmar.

Martillazos y sonidos extraños invadían su jardín. Armando Velutini creció en la Hacienda la Trinidad, justo al lado de la casa del escultor neerlandés Cornelis Zitman. “Desde muy pequeño tuve esa curiosidad de saber qué sucedía en esa casa porque había golpes y martilleos y esas cosas. Mi familia estaba muy conectada con el arte”, comenta mirando al pasado.

Apasionados por el arte y con una vena artística latiendo en toda la familia, Armando creció armándose su propio mundo, pero en lugar de usar pinturas o colores, lo creaba con LEGO. “Yo soy coleccionista de LEGOS desde pequeño, porque en mi casa quisieron que fuera así. Era una regla: “A Armando se le regalan LEGOS”. Me ponía bravo si me daban otro regalo, porque no era compatible con el mundo que yo estaba creando”, asegura.

Su creatividad se desarrollaba mientras construía su espacio con muñecos de LEGO, aunque la creación artística llegó mucho después, asegura que su visión como creador lo acompañó desde siempre: “Siempre tuve ese feedback de los profesores de que se me daba esa parte creativa y en el colegio llevaba maquetas de LEGOS. Por eso quise estudiar arquitectura, porque los LEGOS te llevan a eso, todo tiene que tener un por qué y un para qué”.

Con la mirada en crear un espacio que apoyara nuevos artistas, creó “O Espacios”, una galería de arte que buscaba impulsar nuevos talentos. Con el éxito de su lado y rodeado de proyectos creativos, decidió abrir un taller que les permitiera a sus creadores tener un apoyo estable, sin saber que ese lugar, más tarde, lo ayudaría a descubrirse como artista.

To Take Out

Trabaja todos los días con su equipo de «To Take Out», que salen con él en la foto de la izquierda.

Amante de Andy Warhol y René Magritte, Armando Velutini ha estado involucrado con el arte desde siempre. De un momento a otro, entendió que quería apoyar a sus artistas no solo exhibiéndolos en su galería, sino con un taller de creación.

To Take Out nace para apoyarlos en el proceso de creación de procesos artísticos, desde hace dos años me di cuenta que venían artistas con ideas buenísimas pidiendo apoyo financiero. Ellos no recibían el apoyo que necesitaban y yo quería dárselos, por eso abrí un espacio donde los recursos estén disponibles y se canalicen a través del taller, para garantizar la producción artística”, comenta el artista.

Lo que jamás se imaginó, es que el taller funcionaría para él como un impulso artístico. En búsqueda de darles apoyo a sus artistas, quiso crear un lienzo en blanco para que lo intervinieran. Pensando en su amor por los LEGOs, quiso rediseñar el clásico muñeco para convertirlo en un “Canva”.

Rediseñamos el muñequito de LEGO, tú lo ves y todo funciona perfecto, pero hacerlo es muy difícil. Lleva una ingeniería muy compleja. Yo quería que todos fueran idénticos y que funcionaran entre sí. Que se movieran para mí era vital, no hay nada más deprimente que un LEGO que no se mueva”, explica Armando, que pasó más de un año tratando de lograr el prototipo perfecto.

Una vez que lo logró, entendió que lo que había creado tenía su esencia y fue así como despertó en él la emoción por crear: “Cuando lo tuve en mis manos por primera vez, muy egoístamente pensé que era mío. Lo quise trabajar yo, no compartirlo. Tenía muchas ideas y quería experimentar y ver qué podía proponer”.

Lo bautizó como “Brick Canvas” y comenzó un proceso creativo que no ha parado en dos años.

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Un proceso de “intersección” artística

Sus creaciones también están acompañadas de serigrafías que conceptualizan su idea inicial.

Transformando su juguete favorito de la infancia en una obra de arte, Armando Velutini decidió hacerle un homenaje a su pintor preferido en su primera intervención:

“Haciendo un estudio de lo que él hacía, las intersecciones. Él aplica mucho la silueta de un hombre con un paisaje de nubecitas y alrededor todo está tormentoso. Es la forma en la que puedes intersectar una idea sin tener que decir nada, solo mostrándola. Utilizando esos principios, decidí hacer lo mismo. Quise agarrar un canvas 3D que es el Brick e interceptarlo con una obra de arte y ver cuál era el resultado y cómo la pieza se bañaba de la realidad y ver el resultado de ese ejercicio”, comenta.

Fue así como nació un Brick Canvas con sombrero, traje y una manzana sobre su rostro. Ese fue el comienzo de una carrera artística que ahora lleva más de 200 piezas vendidas. Para Velutini, el proceso de intersección nace cuando unes dos ideas y dejas que juntas, se complementen y creen su propia personales.

Todos los Brick Canvas vienen con un box a juego que permite colgarlos en la pared.

“En el caso del Mondrian, el de Cruz-Diez o Klimt, suceden cosas muy interesantes en la pieza porque no es un lienzo plano, es 3D entonces todo alrededor cambia. Yo llamo a eso intersección, cuando atraviesas un objeto 3D cuando lo intersectas con un objeto plano, cuál es el resultado”, explica.

Ahora, además de hacerles homenajes a grandes figuras del arte mundial, también trabaja con pedidos completamente personalizados en los que trabaja junto a las ideas de sus clientes. “Hace poco, un cliente que ya tiene un Brick Canvas, me pidió solo una cabeza diferente porque quería jugar con la idea de sus piezas. Se la hice, para mí no hay nada mejor que ese proceso creativo”.

Una reinvención del mobiliario convencional

En la parte superior, su silla intervenida, en la parte inferior, los «Bricks» convertidos en peluches.

Para empacar sus “Brick Canvas”, usa una caja diseñada especialmente con goma espuma para que se mantengan intactos. Todo iba bien, hasta que de un momento a otro tenía su taller completamente lleno de goma espuma por todos los rincones.

 “Tenía bolsas negras inmensas llenas de goma espuma, mi equipo me decía que tenía que botarlo pero yo estaba negado. Era muy buen material y yo quería utilizarlo, pero no sabía cómo”, comenta. Para lograrlo, contactó a una fundación que ayuda a personas de bajos recursos: a los niños les entrega peluches y a las mujeres, las enseña a hacerlos.

En primer lugar la idea era que rellenaran los peluches con la goma espuma, pero de un momento a otro se le ocurrió reinventar su Brick Canvas pero esta vez hacerlo de peluche. Quiso experimentar nuevas técnicas y dejó volar su imaginación con un expresionismo abstracto.

Para diseñar los peluches, hice otro proceso artístico, característico de Jackson Pollock, que es el action painting. Es de peluche, es reciclado y apoya esta fundación. Hicimos 200 peluches. Ahora estoy destinando parte de los peluches a hacer mobiliario”, explica.

Inspirándose en una colaboración para la galería de arte Cerquone, decidió hacer un mobiliario usando los peluches como material. “Es una silla muy conocida G290, pero la idea es crear un mobiliario que sea divertido, que sea diferente. Artístico pero utilitario. Uno se puede sentar y al mismo tiempo, está hecho de Bricks”, comenta Velutini.

La filosofía de “mirar hacia adentro”

Para hacer «Surreal Year», les pidió a mil personas que definieran el 2020 en una sola palabra.

Sus Brick Canvas hablan por sí mismos. Cada uno tiene una personalidad definida y dan un mensaje claro, pero en búsqueda de darle importancia a los sentimientos, creó una escultura muy diferente que explicara que lo vital, es lo que está en el interior.

Titulada “Surreal Year”, es una escultura completamente diferente a lo que había hecho anteriormente y aunque al principio era una maqueta, terminó convirtiéndose en una pieza conmovedora y con un mensaje poderosísimo.

“El Brick Canvas habla desde afuera, de cómo se ve, cómo se pinta. Esta otra obra, habla de adentro, de las posibilidades de todo lo que se puede poner dentro de la obra. Les pregunté a más de mil personas que me dijeran una palabra que resumiera el 2020 para ellos. En ese ejercicio fui dibujando estas pelotas con todas las palabras y lo llené”, comenta Armando.

Lo que quería lograr con su obra, era crear un espacio de reflexión en donde se pudieran ver los pensamientos. “Quería visibilizar lo que tienes por dentro, la forma en la que las vivencias te transforman y ese nuevo canva me tiene emocionado, tengo mil ideas en la cabeza con lo que se puede hacer”, explica.

Ahora, su misión es llevar sus Brick Canvas a gran escala para llenar la ciudad con su arte. Si quieres conocer más sobre Armando Velutini o ver más de sus trabajos, haz click aquí.

El hombre de LEGO jamás volverá a verse igual, GRACIAS Armando.  

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