Como parte de la celebración de nuestro 23 aniversario, seleccionamos a Carlos Cruz-Diez para que sea nuestro talento número 11. Aquí tienes todos los detalles de este talento ejemplar.
Su labor artística consistió en EDUCAR al público
Cruz-Diez fue pionero del cinetismo, no solo en Venezuela sino en el mundo. Desarrolló un sistema matemático en el que el color jugaba con los ojos y creaba un movimiento extraordinario. Además de ser un artista, buscó desde el inicio de su carrera la necesidad de educar el ojo del público para que entendiera su arte:
EN IMÁGENES: Las 15 obras más increíbles de Carlos Cruz-Diez
“Cuando empecé a exponer mis obras la gente no entendía nada. Es lo que sucedió con las cromosaturaciones, es decir, las ambientaciones de color que hice. Como no había objetos ni formas la gente pasaba de largo y no se detenía. Somos adoradores de la forma y la gente al no encontrar ninguna ni hallar nada que mirar, se iba. Por eso sentí la necesidad de explicarlo, porque el arte es para ellos, para su placer. Y es que la gente mira, pero no ve», explicó el artista en una entrevista realizada por la periodista Fitta Jarque para el diario español El País.
Un pionero del manejo del color
Si bien el arte es colorido por naturaleza, Cruz-Diez dedicó su vida a explicar cómo el color llega a nuestros ojos y cómo lo podemos utilizar para crear ambientaciones de color. Lo llamó fisiocromía y es un estudio que se reduce a cuatro colores principales: rojo, verde, blanco y negro. Él lo explica así:
“Partiendo del proceso aditivo, he tomado el rojo y el verde como únicos colores primarios, el blanco como fuente de luz o color con más poder reflectivo y el negro como negación de la luz. Esta gama aplicada sobre un plano único produce una mezcla aditiva de colores que, en realidad, no han sido aplicados. Resulta, pues, un color virtual o subjetivo”, que son lo que conocemos como sus ilusiones ópticas ‘cromosaturadas’.
La estrella del cinetismo
Cruz-Diez se mudó definitivamente a París en búsqueda de más artistas que –como él-, sintieran una pasión por el arte cinético. Sus talentos fueron valoradísimos por la capital francesa y logró relacionarse con cientos de pioneros claves del movimiento como Alexander Calder, Victor Vasarely y Marcel Duchamp.
Las peticiones de sus trabajos comenzaron a llegar de todas partes del mundo, pero Francia lo lleva en su corazón y en el año 2012, fue condecorado con la máxima distinción francesa que es la Orden Nacional de la Legión de Honor. ¡Todo un ícono!
Un método creativo que se diferencia
Cruz-Diez experimenta con la forma en la que la luz cae e influye sobre las líneas de color. Su metodología de trabajo está impulsada por maquinarias que él mismo diseñó, en las que busca crear ilusiones ópticas con líneas de precisión absoluta. Todo esto es una mezcla brillante entre arte y ciencia.
¿Por qué usa líneas sobrepuestas? Porque él no quería formas en sus obras. Las líneas son una herramienta eficiente, sin ningún tipo de simbolismo, para crear canales de color. Su misión es que los espectadores vibren en conjunto con el color
Ser arte y parte de su trabajo
Su filosofía como artista era incorporar al público en una experiencia diferente a lo que acostumbraban. Entrar en el mundo Cruz-Diez es toda una aventura sensorial que no tiene un régimen específico ni un por qué, solo un para qué. “A diferencia de los artistas del Medioevo, del Renacimiento o de los muralistas mexicanos, mis obras no contienen discursos referenciales”, comentó alguna vez.
Su trabajo lo ha transformado en uno de los íconos más reconocidos del arte moderno y tenemos el honor de que sea venezolano. ¡Gracias maestro!