Desde su unión, el Príncipe Harry y Meghan Markle siempre han estado comprometidos, no solo con su amor, sino también con brindar su apoyo para mejorar el bienestar social, mejorar la calidad de vida de los más necesitados y aportar un granito de solidaridad con sus acciones. Y dicha promesa se ha visto reflejada, una vez más, con una donación que acaban de realizar con el dinero de su boda…. ¿Qué tal?
una mano amiga
Si devolvemos el tiempo un par de años atrás, recordaremos que Meghan Markle y el Prince Harry se casaron en una majestuosa boda, la cual fue televisada por la cadena BBC. La planta fue quien pagó los costos de fotógrafos, videógrafos y equipos técnicos, así como también fue responsable de vender los derechos de transmisión internacional. Y justo de estos derechos, es el fondo que los duques de Sussex tuvieron por completo en sus manos desde entonces y que prometieron donar a alguna fundación.
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Ahora, la cuestión es que a pesar de que hayan renunciado de sus cargos como miembros de la familia real británica, y en la actualidad vivan en Los Ángeles con su hijo Archie; la feliz pareja demostró su interés en aquellos que dejaron atrás en Reino Unido. Y es que, según reportó la revista People, donaron 112 millones de dólares a Feeding Britain, una organización que se encarga de aportarle comida a quienes más lo necesitan y que, además, es dirigida por Justin Welby, el arzobispo que ofreció el bautizo de su hijo y quien también llevó a cabo su boda el 19 de mayo de 2018.
Por otro lado, de acuerdo a los reportes de la mentada revista, un estimado de 1,9 millones de personas vieron la boda real en la capilla St. George del Castillo de Windsor y, según confirmó una fuente cercana a la pareja, ambos están «encantados de ver el dinero destinado a una gran causa«. Indiscutiblemente, la decisión que tomó la pareja de ser independientes de desistir a sus títulos nobiliarios despertó muchas dudas y críticas en todo el mundo. Pero, esperamos que con este acto de caridad cesen un poco la ola de comentarios negativos.
comprometidos con la causa
Y, por si fuera poco, los Duques de Sussex fueron captados repartiendo comidas a personas vulnerables de salud como voluntarios de Project Angel Food, siendo esta una de las pocas apariciones de la pareja tras su llegada a Los Ángeles. Uno de los afortunados en recibir su paquete por Meghan y Harry fue Dan Tyrell, un hombre de 53 años con VIH y problemas de presión sanguínea.
De acuerdo a las declaraciones que ofreció, cuando Tyrell abrió la puerta y notó que era Meghan de Project Angel Food, nunca se imaginó que era la Meghan de la realeza. Pero, todo cobró sentido cuando bajó a recibir el paquete y vió la cabeza pelirroja de Harry y dos SUVs negras.
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Por otro lado, según el director ejecutivo de la asociación, Richard Ayoub, la duquesa siempre había querido apoyar el proyecto. Ahora que ya ha echo de Los Ángeles su hogar, y en medio de la pandemia que atravesamos actualmente, esta era su oportunidad de unirse a la causa. A su vez, Ayoub dijo a People que el domingo pasado inició la pareja sus labores como repartidores entregando seis comidas. Pero, fueron tan conmovidos y emocionados que el miércoles subieron su número de entregas a 14.
Como guinda del pastel, Markle y Harry también hicieron un par de vodeollamadas con las fundaciones que apoyaban desde sus tiempos como royals. Meghan mantuvo una conversación con Hubb Community Kitchen, la asociación que inició luego del incendio de Grenfell y con quienes lanzó un libro de cocina. Mientras tanto, Harry habló con miembros de WellChild sobre los efectos que la crisis por el COVID-19 ha tenido en las familias del Reino Unido.
