Nuevamente Balenciaga es noticia y por las razones equivocadas. Esta vez la firma de moda fue muy lejos en su irreverencia y ha sido acusada de inapropiada, así como de promover la sexualización de los niños. Pero te contamos desde un principio y con lujo de detalles qué fue lo que pasó.
Nueva campaña
Para su campaña Primavera 2023 la maison lanzó una serie de fotografías, tomadas por Gabriele Galimberti, en el que se podía ver a niños de entre cinco y siete años con parafernalia sexual de prácticas de BDSM. Las niñas y niños tenían posaban con peluches vestidos con arneses y cadenas. Además, entre los artículos estaba puesto una hoja de un documento de un fallo judicial relacionado con la pornografía infantil que es un extracto de una sentencia del caso Ashcroft v. Free Speech Coalition. Demasiado específico para ser una coincidencia.
El escándalo
Una vez vista, la gente (con razón) se escandalizó y se hizo viral el asombro y la cancelación a Balenciaga, que no es la primera vez que es noticia por las decisiones que toma su director creativo y las piezas que lanza al mercado. Antes de esta pobre decisión había sido noticia por sacar a Kanye West de la firma. No pasó ni un día cuando las imágenes fueron retiradas de sus redes sociales y Balenciaga eliminó su cuenta de Twitter no sin antes ofrecer una disculpa.
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“Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña para estas fiestas. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos retirado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”. Y el comunicado continuó: “Pedimos disculpas por mostrar documentos inquietantes en nuestra campaña. Nos tomamos este asunto muy en serio y vamos a emprender acciones legales contra las partes responsables de la creación del set y de la inclusión de artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña de primavera 23. Condenamos firmemente el abuso de los niños en cualquiera de sus formas. Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños”.
Las consecuencias
Hasta ahora no hay ningún culpable, y hasta el fotógrafo se ha deslindado de las fotos. En una serie de tuits dijo que su trabajo fue simplemente fotografiar las escenas que ya estaban armadas: “Solo se me pidió que iluminara la escena y tomara las fotos con mi característico estilo”. Si bien los niños pueden no entender las implicaciones de los objetos en una imagen, muchos adultos han señalado que las fotografías están llenas de posibles simbolismos que evocan hasta el satanismo.