En búsqueda de honrar la naturaleza dinámica de los diamantes, el diseñador neerlandés Leen Heyne, ha transformado por completo la estructura tradicional de los anillos. Sus creaciones nacen de una mezcla equilibrada entre la destreza manual y la fuerza física. ¿Cómo lo logra? Aquí te contamos todo.
Una conexión con la terrenidad de las joyas
Acostumbrados a ver los materiales preciosos en su estado más pulido, olvidamos que nacen de la tierra. Leen Heyne ha decidido hacerle un homenaje a la autenticidad de los materiales con una técnica de pulido extraordinario. Cada una de sus piezas destaca por sus líneas ultra finas, llenas de movimiento y elegancia que buscan recordar el movimiento natural de la vida.
Heyne busca reflejar la belleza natural y terrenal de los materiales, conservando su estado más puro dejando de lado todo tipo de decoración.
¿Qué hace única a sus piezas? Al ver una de sus prendas, entiendes que el movimiento forma parte fundamental de su inspiración. Cada anillo danza alrededor de tus dedos en búsqueda de recordar la fuerza de la naturaleza.
Las gemas preciosas no las fija en su lugar con agarraderas tradicionales, sino que quedan atrapadas en una “danza metalúrgica de tensión”, que hace que se mantengan en su lugar de forma perfecta, casi como por arte de magia.
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Diamantes custodiados por arte de magia
Leen Heyne toma como inspiración las fuerzas de la naturaleza, tal como una rama de árbol se enrolla alrededor de una piedra, él resguarda sus diamantes con las misma naturalidad. ¿Cómo lo logra? El moldea al mismo tiempo las tiras de oro o platino y los diamantes, creando una conexión irrompible entre cada pieza.
Para el diseñador neerlandés, cada material tiene su propio lenguaje y movimiento. A través de su proceso de creación, busca revelarle al público la belleza de la autenticidad de cada material. En sus manos, sus materiales se doblan en un movimiento perpetuo que busca crear un ritmo en el metal.
La elegancia de sus diseños habla por sí misma: todas sus prendas son suaves, pero jamás silenciosas. Su misión con cada prenda, es dejar una puerta abierta a la interpretación para que cualquiera que conecte con su trabajo, sienta la fuerza natural del movimiento.