Sin duda una de las sorpresas de lo que va de año es «Scream 5». La quinta película de la saga de suspenso y slash nos sorprende gratamente por que vuelve a sus orígenes y se burla de sí misma, lo que la hace una mezcla perfecta entre terror y diversión. Esta entrega está escrita por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, quienes hacen un homenaje muy bien elaborado a la original.
Un elenco excepcional
Luego de 25 años Neve Campbell, David Arquette y Courteney Cox regresan a la película que los catapultó a la fama y que hizo, de ser posible, más famosa a Cox, interpretando a sus antiguos personajes. Sin embargo, los personajes nuevos, están bien estructurados, además de ser jóvenes talentosos. Jack Quaid, Jenna Ortega, Melissa Barrera y Mikey Madison, son solo algunos de los más noveles actores que participan en esta película.
Más que una secuela
«Scream 5» es un homenaje a lo que comenzó Wes Craven y se perdió en el camino. Hay sangre, muchísima sangre, pero también hay una historia en la que el pasado y el presente están finamente hilados, y que al final se burla de sí misma, creando una película sumamente entretenida. Pero no nos equivoquemos, no es una sátira, sino que ella misma responde preguntas que todos nos hacemos ¿Cómo puede pasar desapercibido un asesino en una época hipercomunicada, llena de cámaras y teléfonos móviles? y de la mejor manera.
Ghostface sigue atemorizando
Por supuesto el principal protagonista está desde el principio. Y como la película de hace 25 años, todo inicia en la casa de una adolescente a la que el asesino llama. Lo que más me gustó, es que a diferencia de la primera «Scream», los adolescentes de esta entrega sabe defenderse y pelear, además de saber cómo funcionan las películas del género. Y es que el guión es inteligente al incorporar a la ficticia «Stab» en la película de culto que todos los habitantes de Woodsboro ven».
Sangre y más sangre
Para quienes gusten del género slash, «Scream 5» cumple con el cometido. Desde el minuto uno se da lo que se promete: asesinatos con bastante sangre. Desde las escenas en las casas, hasta la del hospital todo es un festín rojo, que divertirá a más de uno.