Autodefinida como una mujer ilusionada, agradecida, entusiasta, compasiva y luchadora, Josemith Bermúdez fue una de las grandes artistas venezolanas que elevó la bandera de la valentía. Por años luchó con un mal que intentó terminar con su vida en varias oportunidades y que, al final, solo fungió como un escenario para que su brillo se hiciera más presente. Así fue la vida de una joven que luchó por sus sueños hasta el final.
Despidiendo a una joven luchadora
Lamentablemente, este sábado por la mañana se dio a conocer la triste partida de la animadora, quien tras 5 años de estar librando una batalla con el cáncer, dio su último respiro en compañía de sus seres más queridos.
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La noticia la dio a conocer su querido amigo y más fiel compañero Luis Olavarrieta, quien a través de sus redes sociales compartió una pequeña carta que la venezolana quiso dedicar al mundo. En sus últimas palabras la artista agradeció «el amor incondicional que se hizo presente en todo momento por parte de su público. Hasta el final estuvo motivada por sus mensajes, oraciones y apoyo».
A su vez, entre las líneas que profesó que, a pesar de los instantes complejos, «su fe se mantuvo inquebrantable y ese es el mensaje que quiso dejar a todo aquel que transita por tan difícil situación».
Sin duda alguna, un instante que ha estado enmarcado por la tristeza, la pena y el dolor, pues la partida de Josemith parecía una pesadilla imposible que se volvió realidad. Y más para su pequeño, Juan Cristóbal, quien estuvo a su lado desde el primer instante hasta que su alma abandonó su cuerpo.
Sin embargo, la vida de Bermúdez es un ejemplo de perseverancia, pues luego de haber sido diagnosticada en varias oportunidades con cáncer; la artista logró vencer este mal durante 5 años, cuando sus probabilidades de vivir eran una en contra de un millón. Es por ello que, hoy en día, la animadora será recordada por ser una digna referencia del «querer es poder», y que debemos aferrarnos a la vida como nada en el mundo.
Y por ello que, desde Ocean Drive Venezuela, quisimos recordar sus mejores momentos mediante una retrospectiva, de la última entrevista que nos concedió hace un par de años, en el que ella como nadie sabía que estaba «Vestida para sanar».
El inicio de sus sueños
En su momento, Bermúdez calificó de «fortuito» su entrada a la palestra artística, pues aunque siempre tuvo la convicción de que quería ser actriz, se mantenía un tanto renuente debido a que su familia es muy tradicionalista. «Mis hermanos son ingenieros y arquitectos, por lo que mi mamá quería que yo fuese médico, y yo sentía la responsabilidad de estudiar medicina. Sin embargo, cursé marketing en el Instituto de Nuevas Profesiones (IUNP) de Las Mercedes», recordó.
Asimismo, la venezolana apuntó que el haber estudiado en el IUNP fue lo que le dio el impulso de incursionar en el medio, pues muy cerca se encontraba la academia de modelaje de Mariela Centeno, algo que se convirtió en una plataforma para transformarse en la profesional que es hoy en día.
En dicha institución le dieron la posibilidad de hacer un casting para televisión, específicamente, para un comercial en versión testimonial que grabó en la ciudad de Nueva York. A partir de ese momento las oportunidades no dejaron de llegar a su puerta. Y es que, luego tuvo el chance de protagonizar una publicidad para Pantene Latinoamérica, cuando apenas era una jovencita llena de sueños por cumplir.
El salto al estrellato
Posteriormente, se le abrió la ventana que tanto había deseado y que le daría el chance de cumplir su meta: el de ser actriz. Pues, recibe un llamado de Radio Caracas Televisión (RCTV) para ofrecerle una beca para la empresa 1BC, para que estudiara actuación. En ese punto, de acuerdo a lo que comentó Bermúdez, comprendió a nivel de arte lo que le gustaba realmente y todo lo que requería para lograrlo.
Seguidamente, se le presentó la posibilidad de ser una de las animadores del recordado programa Ají Picante, una vivencia que le dio reconocimiento en el ámbito nacional e internacional. Y luego de un año y medio de estar en frente de las pantallas como animadora, decide retirarse y es cuando, afortunadamente, José Simón Escalona le da la motivación necesaria para sumergirse del todo al mundo telenovelesco. «A él le debo mucho, mi orientación, mis sueños y el de descubrirme profesionalmente», señaló la actriz.
No obstante, su camino dentro de la planta fue un tanto agridulce pues salió de forma inesperada y sin justificación alguna. Y es que, según contó la animadora, es una etapa de su vida que jamás le había comentado a nadie.
«Durante mi estadía como conductora de Ají Picante yo tuve una relación muy estrecha con Rita Nuñez, la productora ejecutiva del programa, quien al enterarse que estaba incursionando en la actuación, probablemente, por celos o algo así se distanciara de mi. Lo cierto es que, luego de que me habían ofrecido un papel protagónico, me lo arrebatan y me despiden, por un contrato finalizado», reveló.
Sin lugar a dudas, fue un momento en el que sintió mucha tristeza pero que, fue una experiencia muy fructífera pues su papel en La invasora la hizo crecer como actriz.
A su vez, Josemith recalcó que su paso por RCTV fue una experiencia única y que fue «una gran escuela en donde me dieron la oportunidad de autodescubrirme, de encontrar mi propósito de vida y de darme cuenta la responsabilidad de lo que era el objetivo y la importancia de comunicar, así como me percaté que tenía que formarme sola y que crecer solo dependía única y exclusivamente de mi. En fin, fue todo… fue el inicio de un recorrido que aún no termina«.
Su papel más importante
Pero, con el paso del tiempo su carrera iría tomando forma, pues luego Venevisión le abre la posibilidad de seguir actuando en una de las novelas más famosas de la televisión venezolana, como lo fue Ciudad Bendita, una labor que fue muy importante para la artista.
Y es que, para ella siempre había sido un sueño trabajar en un dramático de Leonardo Padrón y sintió que «fue una hazaña y una vivencia maravillosa haberlo logrado».
Una actriz con talla internacional
Seguidamente, Bermúdez tomó el riesgo de aventurarse y de vivir nuevas experiencias, por lo que se va a México para trabajar en TV Azteca, en donde realizó tres trabajos. Posteriormente, le surge la oportunidad de laborar en Televisa, planta televisiva que le ofreció papeles en diferentes telenovelas, entre ellas Hasta que la muerte nos separe, rol que tuvo que abandonar debido a que estaba embarazada. A sus 30 años, decide regresar a Venezuela para concebir a su bebé.
Y, justo en ese instante, la vida le pondría en su camino una faceta que había dejado atrás hace algunos años: el de animar. Pues, sin esperarlo le brindaron la oportunidad de ser una de las animadoras del programa farandulero La Bomba, una vivencia que determinó como «una oportunidad de hacer un show en vivo que requería de un rigor formado», comentó.
Además, la joven indicó que «fue lindo reencontrarme con un público que me había olvidado y viceversa». Y es que para ella, cerrar ciclos sin mirar atrás ha sido una clave en su carrera, además de que opina que el éxito ha sido un objetivo que no ha logrado alcanzar, por lo que constantemente vive reinventándose como una motivación de lograrlo, solo valiéndose de lo que siente y de lo que representa.
En medio de las adversidades surgen soluciones
Sin embargo, el camino le tenía preparado un gran obstáculo… Una dura experiencia por la que tendría que pasar y superar para lograr todo lo que se había propuesto. Y es que, en octubre de 2016 fue diagnosticada con cáncer, un momento de su vida que, sin lugar a dudas, la marcó y la estimuló para seguir luchando y seguir buscando soluciones para su carrera profesional.
Según exclamó Bermúdez, desde antes de enterarse de su enfermedad, ya estaba coqueteando con el Stand Up, una meta que debía cumplir. Y para lograrlo, recurrió a la Escuela de Reuben Morales, un especialista del área y a quien admiraba mucho, y que la persona en guiarla en el camino correcto. Pues, el comediante le confesó que debería ser motivadora en vez de comediante, algo que Josemith lo sintió como una ofensa, pues siempre se había considerado como una persona llena de humor negro,
Muy a pesar de su gusto por la comedia en vivo y de su paso por el cáncer, decide levantarse y de hacer su propia obra, por lo que surge Vestida para sanar, un soliloquio que posee mucho humor negro, pero también tiene un toque motivacional. «Esta pieza es una experiencia vivencial que le transmite al público mi paso por la enfermedad, mi percepción y todo el aprendizaje que me llevé», indicó.
De igual forma, Bermúdez añadió que al público le ha fascinado mucho porque pueden llorar, reír y entretenerse, por lo que para el próximo 25 y 26 de este mes habrán dos funciones especiales en el centro cultural BOD, con cierto cambios tras su recaída.
Un canto a la vida
Uno de esos cambios es el tema con el que debutó en la palestra musical llamado ¿Qué quieres de mí?, una composición de su autoría en el que cuenta su experiencia tras lo vivido, es decir, es un canto a la vida en el que interroga a Dios y a sí misma de que era lo que tenía qué hacer, buscando una respuesta de lo que sería su destino luego de haber pasado por una dura enfermedad por dos ocasiones.
Más que una faceta… un respaldo
Por consiguiente, y en un momento de desespero nace su línea Josemith Cosmetics, su propia marca de productos de belleza que le daría un respaldo para un instante de crisis. «No sabía qué iba a pasar conmigo, tenía altos gastos por la enfermedad y tenía miedo porque no tenía una base laboral como para sustentar todos los costos, por lo que decidí invertirlos y surgió esta empresa».
Sin duda alguna, este fue un paso que marcó su vida, pues se mostró valiente en lugar de victimizarse, tuvo la responsabilidad de seguir creando aún estando en cama, así como fue la ocasión ideal de transmitirle un gran mensaje y legado a su hijo.
En la actualidad, la marca no solo fueun gran respaldo para su carga financiera, sino también fue una faceta a la que le dedicó gran parte de su dedicación y tiempo.
Y entre tantos recuerdos, la venezolana hizo en aquel instante una pequeña reflexión sobre cada uno de los momentos duros que tuvo que enfrentar.
«Estamos en el mundo de la globalización, por lo que yo siento que para trascender en la vida necesitamos exigirnos más. Yo pienso que los momentos duros vienen a transformarte y todo depende de cómo afrontes lo que te toca vivir», puntualizó. Asimismo, la artista destacó que tenía un propósito por cumplir: un mensaje que dar al mundo… un mensaje de valentía, fuerza de voluntad y de honestidad. ¡Y vaya que logró hacerlo!
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Seguir soñando
Por otro lado, Bermúdez siempre estuvo en la búsqueda de piezas que inspiraran y que pusieran a rienda suelta su creatividad, como lo fue su tema «Quiero un ángel», una nueva versión del clásico de Kiara que se destacó por su mensaje motivador. Y es que, la actriz siempre «había querido que un ángel me devolviera a la vida«.
Aunque la vida no le dio la oportunidad de seguir brillando en este mundo, de amar y de continuar siendo toda una proeza valiente; Josemith se convirtió en toda una fuente estimulante de energía, de fulgor y de ese sentimiento que te mueve por lograr tus sueños.
Pues si alguien es un digno ejemplo de que los sueños se hacen realidad esa es, sin duda alguna, Josemith Bermúdez, una mujer que nunca paró de soñar, de crear y de buscar soluciones. Puesto que para ella el éxito era una clave que siempre estuvo en su mira y que su camino continuará desde lo más alto del cielo.
¡Qué descanse en paz! Esta estrella fugaz.