A lo largo de los años, el Palacio de Buckingham ha sufrido tantos cambios como sombreros a la medida de Su Majestad. La residencia oficial de la monarca británica en Londres debe adecuarse a los gustos de la reina Isabel II. Aquí todos los detalles de los cambios.
Para el primer duque de Buckingham y Normanby
En 1703 se construyó el Palacio de Buckingham para el duque de Buckingham y Normanby, pero en 1762 lo adquirió el rey Jorge III para utilizarlo como residencia privada.
Desde ese entonces, su remodelación, reconstrucción, ampliación y resurgimiento ofrece un grandioso destino urbano que deslumbra a los visitantes con cámaras en la actualidad.
La gran renovación
En 2018 comenzó la renovación, que por los momentos se informa que tiene un costo de 500 millones de dólares. Según el informe de resumen del programa de reservas del Palacio de Buckingham de 2016: «el cableado eléctrico, la fontanería y la calefacción del palacio no se han actualizado desde la década de 1950, tras la Segunda Guerra Mundial, la infraestructura del edificio necesita ahora una revisión urgente para evitar el peligro muy real de un fallo catastrófico que provoque un incendio o una inundación».
El polvo de las obras se asentara en 2027, momento en el que se espera que estén completadas.
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Interiores cambiantes
Los espacios dentro del Palacio de Buckingham han sido igual de cambiantes, ya que los sucesivos monarcas y sus cónyuges han buscado dejar su sello individual.
Desde la llegada de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo en 1953 ha habido ciertos cambios, pero nada tan grave como las transformaciones en los esquemas de arquitectura y decoración de la reina Victoria, su hijo, Eduardo VII, y su nieto, Jorge V.
Durante el reinado de Isabel II, ;as salas de estar – que están abiertas al público desde 1993 – son continuamente acicaladas, mullidas y mejoradas para que más de 15 millones de turistas al año vean un palacio perfecto.
Los detalles arquitectónicos son restaurados, las paredes se repintan, las telas se sustituyen cuando empiezan a desteñirse y deshilacharse, las alfombras se reparan para que el espacio se mantenga fiel a los ojos expectantes.
¿Qué ha hecho la Reina Isabel II?
Aunque no cuentan con grandes proyectos como sus predecesores, el Duque de Edimburgo y la Reina son los responsables de la Galería de la Reina: espacio público de exposición dedicado al arte y los objetos de la Colección Real.
Al sustituir una capilla de 1840 en ruinas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la pareja real creó este espacio en 1962. De acuerdo con la periodista Muriel Bowen en ‘Tatler’, la «pequeña y encantadoramente íntima galería» era también «la única parte del palacio que tenía aire acondicionado, una concesión a los cuadros y no a las hordas de turistas estadounidenses que se esperaban».
Desde ese momento, los arquitectos John Simpson & Partners se encargaron de la Galería de la Reina, realizando su modificación, ampliación y clasificación a finales de la década de 1990.