El empresario venezolano ha logrado optimizar la fábrica de lanchas Aquanauti, que fundó hace 25 años, al usar las mismas técnicas y materiales para crear la marca decorativa Decoraqua con una visión familiar
Cuando le preguntamos a Lisandro Machado cuál es su lugar favorito, no dudó en responder que es en el mar donde se relaja y recarga de energía. Él es quien dirige Inversiones Aqua Náutica, S.A., convirtiendo uno de sus pasatiempos favoritos en una empresa que, desde 1998, fabrica embarcaciones con una mezcla de artesanía y tecnología, diseños únicos y una amplia gama de modelos a escoger con calidad de exportación.
La relación de este emprendedor venezolano con la industria náutica es un asunto que le viene de familia. Recuerda que su tío, Armando Machado, se inició en 1968 en este mundo con un taller de reparación de embarcaciones ubicado en el Palacio de Los Iturriza (Valencia), para posteriormente ser gerente de una importadora y comercializadora de lanchas hasta que, en los años 80, fundó Nautimport. En 1986, su padre, Lisandro Machado Ramos, fundó Aquacenter, como taller de reparaciones generales de embarcaciones, comercializadora de lanchas, accesorios náuticos, motores fuera de borda y todo lo relacionado al mundo náutico.
En este contexto, confiesa que “mi principal mentor fue mi papá, ya que mis inicios fueron como empleado de su empresa -con apenas 16 años-, situación en la cual se forjaron todos mis valores como trabajador y actual empresario”. Sin embargo, también destaca a dos personas muy influyentes para su desarrollo personal y profesional: Claudio Ipollito (director de Yamaha Venezuela) y Juan José Castellanos (director de Evinrude Venezuela): “Ambos siguen marcando referentes para mí como empresario y siempre he recibido el apoyo de ellos”, afirma quien disfruta leer autores como Paulo Coelho e Ismael Cala… “El libro ‘El Poder de Escuchar’ me ayudó en mi vida personal”, dice.
Su historia y proyecto especial
Sobre sus inicios como emprendedor por cuenta propia, recuerda que un fabricante de embarcaciones decidió retirarse del negocio y lo contactó para venderle sus moldes, considerando que Machado había sido el mejor vendedor de sus productos. A pesar de haber rechazado la oferta por su falta de experiencia como fabricante, recuerda que “mi sorpresa fue que, al día siguiente, tocaron a mi puerta y tenía afuera estacionado un transporte con los moldes del fabricante. Así nació la marca Aquanauti de la mano del fallecido Tomás Rodríguez. En el año 2000, mi socio decidió vender su parte de la fábrica, y es allí cuando inicio a crear el estándar de una marca nacional con alta calidad, hoy en día Inversiones Aqua Náutica”.
Machado ha querido expandir su negocio al incorporar la marca Decoraqua a su portafolio, enfocada en modernos productos decorativos fabricados con los mismos materiales (fibra de vidrio y resina poliéster) con los que hace las lanchas.
Señalando que su película favorita es “La vida es bella”, expresa cómo este nuevo emprendimiento tiene un sentido bastante personal: “Mi fallecida esposa, Anabel Vides de Machado, tenía una pasión por las bromelias y todas las plantas decorativas. Hace más de 10 años tuvo la idea de crear estos materos, pero para la época no se pudo concretar la creación de dichos moldes. El motivo principal de crear esta empresa derivada de Aquanauti va dirigido especialmente a mis tres hijos: José Luis, Anabel Andrea y María Milagros, ya que es una mezcla de la empresa creada por papá con la empresa creada por un ideal de mamá”.
Entre sus metas y aspiraciones, señala que desea: “ser el representante de la fábrica de embarcaciones más grande del país e internacionalizar ambas marcas, tanto Aquanauti como Decoraqua. Quiero ver tanto productos náuticos fabricados por nosotros como muebles decorativos y materos de alto impacto alrededor del mundo”.