La pandemia del Covid-19 impactó de diferentes maneras a la humanidad. La alimentación y la dinámica de consumo de las personas tuvo un cambio significativo y ahora hay nuevos hábitos. Aquí todos los detalles.
Mayor consumo de origen vegetal
A pesar que los nutricionistas tienen décadas alentando a las personas a comer a base de plantas, uno de los nuevos hábitos es que se ha dado un aumento del consumo de frijoles y lentejas.
Estas alternativas a la proteína animal benefician la salud de los humanos y del planeta.
Comer en familia
La pandemia fue el momento perfecto para que padres e hijos se uniesen en casa y pudiesen compartir en las cenas entre semana.
Diversas investigaciones afirman que esta práctica familiar ayuda a los niños a tener una mejor autoestima, más éxito en la escuela y un menor riesgo de depresión y trastornos por uso de sustancias.
Aprender a cocinar
Aunque es bastante inusual, con la pandemia muchas familias comenzaron a involucrar a los niños en la cocina.
Este aprendizaje es vital, puesto que un estudio demostró que quienes aprendieron a cocinar entre los 18 y los 23 años comen más verduras, menos comida rápida y más comidas familiares.
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Cambio de mentalidad
Comer es una forma de cuidarse, por lo que interrumpir las rutinas alimenticias y las actividades puede ser nefasto y lleva a redescubrir y analizar las relaciones con la comida.
Ante ello, es importante incluir la a autocompasión como práctica diaria – como las meditaciones diarias breves.