Si hay algo que destaca de la región de los Andes en Venezuela es su gente cálida y amable y estas son características inherentes en Priscilla Balanta, una de las 13 candidatas que aspira a alzarse con el título de Sambil Model 2018.
Para esta nativa del municipio Samuel Darío Maldonado (Táchira), las entrevistas ha sido de las cosas más desafiante pues desde hace un año que comenzó su carrera la pasarela y las fotografías han sido su zona de confort.
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El Sambil Model no fue su primer concurso, en 2017 estuvo en el Quinta Morada para unirse a las filas de las candidatas del Miss Venezuela 2017 que celebró los 65 años del certamen pero eso quedó allí, y no busca participar por ahora: «En este momento no pretendo estar en otro concurso. El año pasado quise intentarlo en el MV y fui al casting, quedé para la segunda etapa y la verdad no seguí, no me sentía a gusto, debía hacer el papel de otra persona y eso no me agradó”.
Muchos pueden pensar que un concurso de belleza y uno de modelaje no tienen diferencia alguna, pero para esta exótica morena las hay. «Con el Miss tu vas a vender experiencias junto a una organización; en cambio como modelo tienes la oportunidad de ser parte de marcas internacionales siendo tú la imagen. En el Miss Venezuela tal vez puedes trabajar en el país y si ganas optas por asistir a algún concurso internacional pero hasta ahí, en cambio, en el modelaje, que es lo que me gusta, es genial porque traspasas fronteras y puedes ir a distintos lugares del mundo con las distintas campañas para las que vayas a trabajr”, confiesa con entusiasmo.
La belleza de esta venezolana es indiscutible así como su parecido a la top model criolla Angela Ruiz, a lo que Priscilla confesó: «Me lo han dicho muchísimo (risas), y para mí es un honor porque yo soy fanática de ella, es de mis modelos venezolanas favoritas”.
Uno de los premios de ganar esta edición del Sambil Model es ser parte del staff de animadoras de Sun Chanel, pero eso a ella no le quita el sueño. «Mi meta por ahora no es estar en televisión. Me siento muy bien trabajando como modelo. Tal vez más adelante, nunca hay que decir nunca”, admite.
Para Priscilla uno de sus mayores logros ha sido «tanto en tan poco tiempo» y es que en un año ha tenido la oportunidad de ser modelos de distintas marcas y confiesa que participar en el concurso es una gran oportunidad «porque creo que es una de las mejores vitrinas para ser modelo”. Y partiendo de estos azares del destino que le han sido tan prósperos a la tachirense en su carrera, Priscila no muestra mucha ansiedad sobre el futuro: «De aquí a 5 años no sé dónde podría estar. Yo vivo el presente, solamente espero que Dios tenga lo mejor para mí».
Vive sola, es de las hermanas menores en su familia y confiesa con lagrimas en sus ojos que de ganar el Sambil Model 2018 se lo dedicaría a su madre. Para esta joven modelo la transición de Táchira a Caracas le costó mucho por tener que dejar a su familia y paralizar sus estudios en Comunicación Social, pero dice con especial emotividad que «ha valido la pena. Los sueños se cumplen y hay que trabajar por ellos«.