En la MET Gala, Choupette fue tan protagonista como su dueño, así que vamos a conocerla un poco más.
No era suya originalmente
Choupette le pertenecía al modelo francés Baptiste Giabiconi, quien una vez le pidió a Lagerfeld que se la cuidara por unos días en el año 2011 mientras él se iba de vacaciones… cuando regresó, el Káiser de la moda le dijo: “Lo siento, es mía”.
Giabiconi estuvo por años en la vida de Lagerfeld y todavía aún no queda claro si tenían una relación amorosa o filial… lo cierto es que fue el gran heredero de su fortuna, ¿quizá en agradecimiento por Choupette?
Tiene su propio personal
Un gato cualquiera tiene veterinario y, como mucho, alguien que le corte las uñas y el pelaje. Pero Choupette tiene también guardaespaldas y dos damas de compañía porque no le gusta estar sola, ni siquiera mientras duerme. Asimismo, cuenta con su propia agencia de mercadeo @mypetagency
Toda una influencer
Choupette no sólo tiene dinero por haber sido la gata de Karl Lagerfeld, como él mismo la hizo un personaje famoso, muchas marcas la han contratado para comerciales y campañas publicitarias… desde una compañía de carros alemana hasta un producto de belleza japonés. Eso sí, Lagerfeld dejó bien en claro que nunca verán a Choupette haciendo un comercial de comida para gatos porque “ella es muy sofisticada para eso”.
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Come en la mesa
Choupette no come en el suelo como otros gatos, sino en el comedor principal; de hecho, Lagerfeld comía siempre con ella (cada uno con su propia comida). Por supuesto, tampoco come cualquier cosa, uno de sus platos favoritos es el caviar.
Cuenta con su propia cuenta de Instagram
Como toda persona famosa que se respete, Choupette tiene su cuenta @choupetteofficiel donde nos comparte sus viajes, aventuras, pensamientos y noticias importantes… por ejemplo, desde allí dijo que no asistiría a la MET Gala porque prefería quedarse tranquila en casa. ¿Ya la sigues?