Diana de Gales tuvo una vida llena de controversias. Algunos han preferido dar mayor importancia a los escándalos que a la labor social que realizó la Princesa a lo largo de su vida. Aquí todos los detalles.
Una mano para los leprosos
Luego de su divorcio con el príncipe Carlos, Diana siguió como patrona de La Misión de la Lepra en Inglaterra y Gales. A la Princesa no le daba miedo acercarse a los leprosos. Para 1989, en una visita a Indonesia, le dio la mano a uno de los leprosos.
Con sus acciones buscaba generar conciencia sobre la importancia de detectar la enfermedad a tiempo, demostrar que cuando es tratada no es altamente contagiosa e informar su cura. “Estoy tratando de mostrar en una simple acción que no se les denigra, ni se les repugna”, dijo Diana en una ocasión.
Así, pasó gran parte de su vida visitando centros de enfermos en Nepal, Zimbabue e India, países con alta tasa de pobreza y mayor incidencia de la enfermedad por falta de higiene y mala alimentación.
Eliminando estigmas
En pleno apogeo del VIH, muchas personas – gracias a la desinformación – creían que esta enfermedad se transmitía por contacto físico, por lo que discriminaban a los pacientes y sus familiares.
Para eliminar esos estigmas de la sociedad, en 1987, Diana inauguró un centro de atención a pacientes con VIH en Londres y estrechó sin guantes la mano de un paciente.
Este momento lo inmortalizó un fotógrafo. La imagen recorrió el mundo, convirtiendo a Diana en la primera personalidad de alto perfil en hacer esto.
“El Sida no hace que las personas sean peligrosas de conocer, así que puedes estrecharles la mano y darles un abrazo. ¡Dios sabe cuánto lo necesitan! […] Todos debemos estar atentos a las necesidades especiales de aquellos para quienes el Sida es la gota que colma el vaso de una ya pesada carga de discriminación y desgracia”, explicó en una conferencia en 1991.
La mujer de los abrazos
La realeza siempre visitó centros de enfermos y realizó labores de caridad, pero Diana fue la primera persona de este círculo en atreverse a tocarlos. De esta manera, la Princesa humanizó a la monarquía y recordó la importancia de ponerse en los zapatos de los demás.
«Tan sólo acompañar o darle un abrazo sincero a alguien es lo que más se necesita. El amor también cura, tanto en lo físico como en lo mental», afirmó.
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Una madre excepcional
Además de todos sus esfuerzos benéficos, la princesa Diana sentía un amor profundo por William y Harry. En muchas oportunidades rompió el protocolo para estar con sus hijos y disfrutar de la vida en el corto tiempo que los acompañó.
Para los sin hogar
En 1992 fue la patrona de ‘Centrepoint‘: organización que ayuda a jóvenes sin hogar. Esto llevó a Diana a visitar los refugios, donde se les da comida, ropa y ayuda a conseguir empleos. Gracias a su aporte se ha conseguido que que más del 70% de sus participantes logren un cambio positivo en sus vidas.
La educación de la Princesa de Gales con sus hijos – y las visitas a las que los llevó – acercó al príncipe William a esta organización, quien desde 2005 es patrón como su madre y ha colaborado con otras ONGs.