Kourtney Kardashian y Travis Barker se dieron el «sí quiero», por tercera vez, en una extravagante ceremonia en Portofino, Italia. En esta ocasión la pareja inyectó con su estilo gótico todas las festividades incluyendo los vestidos que la novia usó para diversos eventos. Y por supuesto la boda no fue la excepción.
Dolce & Gabbana
Patrocinado los festejos por esta firma italiana, el vestido de Kourtney no podía ser de otra casa de modas. Muy a su estilo irreverente la mayor de las Kardashians eligió un minivestido inspirado en lencería, hecho con seda, satén y encajes. El look se complementó con un espectacular velo que fue el protagonista indiscutible del atuendo, guantes de satén y estiletos.
El velo
Pieza central del vestido de novia, fue elaborado a mano con apliques de encaje en forma de flor, inspiradas en las flores de los jardines de Portofino. En todo el centro del velo llevaba bordada la imagen de la Virgen María, la misma que Travis tiene tatuada en la cabeza con las palabras: «familia, lealtad, respeto». Esto en homenaje a su esposo que es fiel creyente, luego de que fuera el único sobreviviente de un accidente aéreo.
Tributo a sus raíces
También se manejó la hipótesis de que la imagen de la Virgen María pudiera ser un tributo a la religión de su padre, y por ende a la de ella. Kourtney profesa la religión católica y es miembro de la Iglesia Católica Armenia.
El sueño de Kourtney
Esta es la primera vez que Kourtney contrae matrimonio. Estuvo por muchos años de pareja con Scott Disick, pero nunca llegaron al altar. Su traje de novia fue soñado y así lo hizo saber. «Diseñar mi vestido con Domenico y Stefano ha sido un sueño hecho realidad». Al igual que los novios, sus hermanas Khloe y Kim vistieron de Dolce & Gabbana, lo que le dio un de por sí aire barroco a los festejos.