Venezuela cuenta con muchos enigmas e historias de riquezas que pocos conocen, entre ellas destaca la de Barrabás. Aunque tiene un nombre inusual, de esta manera se le denomina al diamante venezolano más grande encontrado en el territorio del país suramericano. Alrededor de su origen hay varios cuentos interesantes. Aquí todos los detalles.
El hombre detrás del hallazgo
A pesar de ser conocido por todos como ‘Barrabás’, el hombre que descubrió el diamante venezolano nació como James Hudson en 1917. Desde muy pequeño fue apodado como el personaje bíblico que fue salvado de la crucifixión, pero no se conoce el motivo.
Sus padres llegaron desde Trinidad y Tobago al país buscando nuevas oportunidades, por lo que fueron acogidos en El Callao, ciudad fundada a mediados del siglo XIX por venezolanos, africanos, antillanos, ingleses, brasileros, franceses y españoles atraídos por el oro. Por ello, Hudson se dedicó a la búsqueda de minerales.
Te podría interesar: TODAS las joyas arqueológicas imprescindibles del Museo Arqueológico Nacional
El gran descubrimiento
El 10 de octubre de 1942 vivió la mayor sorpresa de su vida. ‘Barrabás’ trabajaba en la mina “El Polaco”, ubicada a orillas de la carretera que comunica a Santa Elena de Uairén con Icabarú.
Ese día estaba lavando el material desechado por otros mineros en una desviación del rio Surukun cuando halló el diamante. Esta es una de las versiones de la historia de acuerdo con Américo Fernández.
No obstante, según el diario Panorama, el minero encontró el diamante venezolano en estado natural mientras hurgaba en un hueco que se formó debajo de un árbol de guama.
Aunque no se sabe cuál es la historia real, ese día sostuvo un diamante que pesaba 155 quilates (31 gramos). Hasta el momento es el más grande que se ha encontrado en Venezuela.
Encuentro con el presidente
‘Barrabás’ decidió viajar a Caracas para no ser acorralado por estafadores. El minero pensaba solicitar al Banco Central de Venezuela que resguardara el diamante hasta conocer su valor, pero los directivos informaron al presidente Isaías Medina Angarita, por lo que insistió en ver a ambos.
Hudson visitó el palacio de gobierno. Se cree que la piedra salió con el nombre de ‘diamante Libertador’, pero en el estado Bolívar la gente ya lo llamaba, como sigue ocurriendo, ‘el diamante Barrabás’.
Te podría interesar: ¡Perlas, perlas y más perlas! La historia de por qué son sinónimo de elegancia
Piedra “D”
El diamante Barrabás fue calificado como una piedra “D”: incolora, químicamente pura y estructuralmente perfecta. De acuerdo con el Diccionario de Gemas y Gemología, publicado el año 2000 por Mohsen Manutchehr-Danai, la piedra se cortó en cuatro partes: tres esmeraldas de 39,80, 18,12 y 8,93 quilates cada una; y un corte marquesa de 1,44 quilates.
Historias detrás de Barrabás
Múltiples mitos surgieron detrás del diamante venezolano. Ninguna pudo ser confirmada, pero hay relatos interesantes a su alrededor. Se dice que uno de los tres fragmentos principales de la piedra fue comprado por Richard Burton, quien se lo obsequio a Elizabeth Taylor, su musa de ojos violeta.
Se comenta que la actriz la usó en un baile en el Principado de Mónaco y que años más tarde vendió la joya para donar el dinero a una construcción de un hospital en Botswana. Otros comentan que el diamante venezolano forma parte de las joyas de la Reina de Inglaterra.