Ganadora del Óscar y princesa en la vida real, Grace Kelly fue la primera novia real que impuso una tendencia después de su matrimonio. Incluso antes que Diana, su vestido dio de qué hablar por semanas después de su ceremonia por su elegancia, belleza y gracia. Desglosaremos todos los detalles de su atuendo para que puedas lucir como una princesa.
La belleza clásica de Grace Kelly
En 1956 cuando se llevó a cabo en la Catedral de Mónaco la boda de Grace Kelly con el príncipe Rainer III, el mundo se paralizó para admirar la belleza de la novia. Con un vestido que pasaría a considerarse clásico de la moda, entró luciendo como una princesa de la vida real. Detrás del atuendo hay detalles curiosos y te los dejamos aquí.
La famosa actriz no dejó su identidad hollywoodense ni el día de su boda, el vestido fue diseñado por la vestuarista Helen Rose como un regalo de los estudios MGM que había sido su casa desde el principio de su carrera
Su velo, estaba diseñado especialmente para verse voluminoso por todos los ángulos, pero para dejar lo más visible posible su hermoso rostro. También tenía dentro del diseño dos tortolitos para hacerle un homenaje al amor que era el motivo de celebración del momento.
Para poder sostener su velo, utilizó un Julie Cap, que es un cintillo hecho con materiales similares al del vestido de novia, que mantiene en su lugar el velo de forma elegante y al mismo tiempo, decora el peinado sutilmente el peinado de la novia. En el caso de Kelly, llevó su cabello con un moño bajo muy prolijo sin muchos adornos, solo resaltaba el velo.
Uno de los detalles más hermosos de su vestido, es que la tela de encaje tenía bordadas a mano cientos de micro perlas que le daban un brillo etéreo.
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Grace Kelly no utilizó un gran bouquet de flores para su boda, en su lugar, llevó en las manos un pequeño libro de oraciones que le habían obsequiado. Para poder hacerlo merecedor de caminar al altar, lo cubrieron con seda, encaje y perlas. Encima, lo adornaron con un mini ramo de flores blancas.
Utilizó un par de tacones que hacía juego con su vestido en color y porque estaban adornados con perlas, fue un diseño de David Evins. Solo medían 6 cm de alto porque el Príncipe Rainer III no era muy alto y ella no podía verse más alta que él en el altar.
Todo el atuendo se encuentra en el Museo de Filadelfia of Art, que es la ciudad natal de la actriz. Tienen en exhibición todo el look, desde retazos del encaje de perlas, el libro de oraciones, el tocado, el velo y hasta los zapatos.
Fue una de las bodas más espectaculares de la historia y es un placer ver los detalles, si prestamos atención, el vestido de Kate Middleton fue muy parecido al de Grace. ¡Ambas lucían preciosas!