Una fusión de dos culturas y sabores, una experiencia única, pasión en las cocinas y todo en un espacio acogedor; son frases que describen perfectamente a Casa Blanco Comedor, una nueva propuesta culinaria que ha surgido en la ciudad capitalina y que, además, tiene la ferviente determinación de posicionarse como uno de los mejores sitios que visitar cuando de gastronomía se trata. Por supuesto, para conocer qué existe detrás de todo este gran proyecto conversamos con su fundadora y Chef, quien nos contó todos los detalles sobre esta propuesta.
Elena Moreno es la Chef principal de Casa Blanco Comedor y quien, además, gracias a su pasión de estar cerca de las llamas de la cocina tuvo la fantástica idea de crear este nuevo espacio en las instancias de la casa de sus padres, un local acogedor y que nos trae recuerdos de la infancia, pues se siente como el hogar de nuestras abuelas. Todo ello complementado por una carta variada con distintas influencias que, a nuestro paladar, es una explosión de sabores.
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Una pasión que nació en la cocina
En primera instancia, Elena recordó en una conversación con el equipo de Ocean Drive Venezuela que sus inicios en la cocina surgieron de forma natural y «automática», algo que se fue transformando con el paso del tiempo hasta llegar a ser una pasión. «Yo simplemente cocinaba, pues tengo una familia conformada por un esposo y dos niños, que ya están grandes por cierto; y yo siempre les preparaba tres pollos horneados en distintas variantes: uno con barbecue, otro con mostaza y miel, y otro con cebolla y jengibre; hasta el momento en qué me pregunté ‘¿Por qué cocino tanto’, y es que me dí cuenta que debía hacer algo con este gusto y esa cercanía que sentía por colgar un delantal».
Y de verdad esa virtud se hizo presente, pues a pesar de que se había graduado y estudiado computación por años; decidió que su destino era otro. Por ello, se inscribió en el Centro Nacional de Capacitación Gastronómica, una experiencia que le dejó muchos de sus conocimientos que aplica actualmente en sus recetas y que, además, fue el primer paso de ese futuro magnífico que estaba por venir… pues, desde ese momento no ha parado de cocinar.
una propuesta en homenaje
Poco a poco, fue adquiriendo conocimientos en el terreno de la gastronomía a tal punto de crear su propia empresa de catering llamada «Vida de Chef», la cual estuvo en funcionamiento durante algunos años y que le sirvió como referencia por haber trabajado con grandes compañías como: Fundación Empresas Polar, Alfonzo Rivas, para la directiva de la clínica Leopoldo Aguerrevere y para muchos vuelos privados. Esta propuesta se destacaba por presentar comida gourmet, es decir, de muy buen sabor. Sin embargo, a pesar del éxito que tuvo durante un tiempo, a Moreno le tocó irse a múltiples viajes y, por ende, a abandonar parte de su sueño por razones familiares.
No obstante, uno de esos viajes fue el propicio para que surgiera una maravillosa idea que le haría volver a su objetivo principal de estar cerca del fogón de una cocina. Y es que, la Chef recordó de forma anecdótica que, en dicho viaje, se percató de que tenía en su poder una vajilla bavaria. tras preguntarse qué podría hacer con la misma, tuvo la gran idea de crear Casa Blanco Comedor, un proyecto con el que fue apoyada por sus familiares y amigos.
Es así, como surge esta nueva propuesta, la cual se hizo en el seno familiar de sus padres, pues el establecimiento está ubicado en la casa de sus padres, lo que le da ese toque hogareño y acogedor a este proyecto; que conserva en sus bases un ferviente idea de hacer cocina con un homenaje… un homenaje a la propuesta culinaria. «Lo llamé así y quise darle ese enfoqué porque lo saqué de los sentimientos, un tributo a mi mamá, por todo lo que hizo por mí y me enseñó… y creo que es una buena forma de recordar buenos momentos, y por lo que soy ahora», añadió la venezolana.
Paso a paso, este proyecto se fue amoldando según los deseos de Elena así como de la comparación que se hizo con respecto a otros establecimientos, pues como todo se necesitó un estudio de mercado.»Se realizó una investigación de lo que estaba haciendo todo el mundo y, justamente, me dí cuenta que en Inglaterra había un movimiento de chefs en su casa, y fue lo primero que se me ocurrió», apunto Moreno, quien también acotó que era importante cubrir una gran demanda en el país: la parte recreacional, por lo que este proyecto «fue un ejercicio para ver qué resultaba».
En cuanto a su visión, la Chef explicó, analógicamente, que todo lo referente a Casa Blanco Comedor variaba según cada cliente, pues ellos son los que dictan la pauta «son los que manifiesta su gusto por la decoración, la comida y lo que se tiene que cambiar y, mayormente, lo que han percibido es que se sienten como en la casa de su abuela… y eso me encanta», señaló la venezolana. Y es que, su objetivo es captar justamente esto, que el público se sienta a gusto en un lugar acogedor y que la experiencia sea amena
fusión a la carta
¡Lo que nos gusta a todos! La cocina de Casa Blanco Comedor tiene una fuerte influencia del Oriente del país: Carúpano, Cumaná, entre otros; pero también tiene una inclinación enorme por el mediterráneo, pues según explicó Elena, que en los tiempos de antes éste último era un puerto para todos esos inmigrantes que llegaron al país en aquel momento. Y es así, como la Chef ha creado un menú en donde estas dos culturas se fusionan entre sí para crear platillos únicos, excepcionales y llenos de mucho sabor.
Asimismo, Elena aseguró que, a pesar de esta fusión, en sus platillos siempre van a existir ingredientes fijos que pertenecen a la región venezolana, como: el ocumo chino, ñame, mapuey, morcilla y chorizo carupanero. No obstante, la amante de la cocina y su equipo se encuentran en una constante búsqueda de sabores nuevos para incluir en sus comidas, como por ejemplo, ahorita, están haciendo pruebas con el ponsigué. Otro punto importante que tiene este establecimiento es que, cada uno de los ingredientes que utilizan, no se pueden encontrar fácilmente en Venezuela, por lo que Elena hace todo un gran trabajo por traerlos al país y, por supuesto, servir en cada plato un pedacito de sabor a sus clientes. Mientras tanto, la influencia mediterránea se presenta con sus sabores ya conocidos, pero trabajado de otra manera.
¿Y cómo se hace para la creación de platos? De acuerdo a Moreno, esto varía según el gusto de cada cliente, pero que si fuese por ella agregara todos los platillos que le encanta. Además, como todo hay ciertas comidas que te traen recuerdos de buenos momentos, por eso ha tenido la firmeza de mantenerlos en su menú, uno muy amplio en el que se contrastan sabores dulces y salados gracias a los ingredientes que utiliza, así como de las buenas técnicas que emplea para ello. «Todo está en mi memoria gustativa, es un menú que me gusta», agregó.
Es así, como poco a poco, irá agregando platos nuevos a esta carta, pues como develó Elena posee un cuaderno con todos los menús para todo este año 2020. «Semanalmente, vamos a cambiar un plato, pero lo haremos cuidadosamente, pues hay que estudiar qué platillos se pueden reemplazar y cuáles no, ya que hay algunos ue gustan mucho», destacó.
un menú de ensueño
Al entrar a Casa Blanco Comedor te encontrarás con un menú bastante variado, y que podrá satisfacer todos los gustos. Como mencionamos anteriormente, algunos de ellos serán constantes pues son los que más solicitan los comensales. Entre algunas propuestas tenemos:
Para el brunch
- Trío de empandas: cazón, carne mechada y pollo
- Omelette: tradicional, de perico y con chorizo
- Salmón ahumado en caja
- Tartaletas y pies
PARA los almuerzos
- Patel de chucho con souflle
- Pulpo en distintas variantes
- Pollo Rostizado
- Ramen
- Costillas de cerdo y res
- Tiradito de curvina
NOTA: Existe un gran extra en esta propuesta gastronómica y que nos hace añorar a todos ciertos momentos del pasado: el pan chino que, a pesar de no coincidir con ninguna de las dos corrientes; es un buen aliado para las comidas.
una experiencia única
¿Por qué debemos ir a Casa Blanco Comedor? Esta propuesta hace hincapié y ataca uno de los factores desatendidos de la gastronomía: Los Brunch, además de la experiencia hogareña que te lo ofrecen pocos establecimientos en la actualidad. «La suma de un todo hace que este proyecto resalte de entre los demás», manifestó Moreno.
De tal forma, la experiencia de casa Blanco Comedor se divide como una propuesta muy considerable para el fin de semana de la siguiente manera: los sábados de almuerzo, en donde existe esa fusión con más técnica; mientras que los domingos de Brunch están disponibles platillos más simples pero excelentes en sabor. Y para lograr esto, la chef nos comentó que cada uno de los platillos necesitan un buen tiempo de preparación, que va a depender lo que necesite cada uno de ellos, y que lo ha logrado gracias a su equipo y a los materiales que tiene a su disposición.
Por ello, tiene establecido los días fijos que se necesitan para la preparación de los mismos, empezando los días martes en donde fijan con más claridad los platos para el fin de semana. ¿Y por qué no trabajan los lunes? pues, para Elena estos días son sagrados, y desde pequeña siempre soñó con tener estos días para descansar plácidamente… ¡Qué estupendo!
¿cómo asistir?
¿Quieres vivir la experiencia de esta nueva propuesta? Lo que debes hacer es lo siguiente:
- Contactar al restaurante mediante sus redes sociales, en donde será atendido y recibirá la información necesaria.
- Una vez establecido el primer contacto, se le propinará el teléfono de reservaciones por WhatApp, el cual es atendido por Rita Olivares, quien se encarga de hacer un acercamiento con los clientes, les indica si hay cupo para su reservación, así como les envía el menú.
- Los menú son enviados los días viernes, que es el momento el que el que podría variar según la chef, en tal caso de que haya algún cambio, todo con su costo.
- El día anterior a la cita, las personas recibirán la ubicación exacta para que, el mismo día, puedan disfrutar de esta vivencia.
- El almuerzo incluye: una entrada, un principal, un postre y tres copas de vino por el módico precio de: 42$. Mientras que el brunch varía según cada platillo, los cuales oscilan entre los tres y 12 dólares.
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proyecciones
En miras hacia el futuro, Moreno nos develó que quisiera volver a tener su empresa de catering pero, en este caso, ligado a este nuevo proyecto y, no solo con la finalidad de darse a conocer, sino también de volver a sus raíces y entrar más en contacto con el público. Además, «es un trabajo agotar pero que también te permite crear mucho, y cuando la gente confía en ti… lo es todo», detalló la Chef. Desde el punto de vista como profesional de la cocina, Elena puntualizo que le gustaría tener mucho trabajo y dedicarle a la cocina todo el tiempo que requiera, pues «es lo que me apasiona, además de que cocinar todos los días te da constancia, lo que te permite no flaquear y lo que te pide seguir… y lo que te pide seguir te hace crear y esa es la parte que me gusta…»
NOTA: En mi cocina, y en la de ningún venezolano, no debe faltar el ají dulce, un ingrediente clave para cualquier comida pues de verdad hace falta porque realza los sabores y, cuando no está, se nota su ausencia.
Fotografías por: Raymar Velásquez