Isabel Cisneros: “Yo soy una artista de oficio, porque el oficio te salva”

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La sala expositiva del Centro Cultural BOD, quedó completamente transformada gracias a la visión artística de Isabel Cisneros. Con una obra plateada llena de mágicas ondulaciones, la artista celebró haber sido la ganadora del Premio BOD de las Artes Visuales, premio que le otorgó la mágica oportunidad de organizar según su perspectiva, una exposición que le diera a entender al público, cuál es su visión artística.

“Recorrer esta propuesta de Isabel Cisneros, es reconocer desde los objetos cotidianos de un taller de costura, a nuestra compleja sociedad demarcada por patrones, que definen momentos de nuestras vidas que luego cortamos, hilvanamos, unimos y remendamos”, son las palabras de Víctor Vargas Irausquín, presidente del BOD.

Un viaje hacia la intimidad

Aprender a confeccionar prendas era una de las labores más deseables después de la Guerra.

La obra de Cisneros, recorre el íntimo camino de las costuras, los patrones, la delicada y laboriosa tarea de crear algo tan importante como una prenda de vestir. Más allá de ser un accesorio de moda, la ropa es sinónimo de protección, identidad, comodidad.

Analizando cuidadosamente lo que hay tras una prenda, diseñó una exposición que resulta ser un viaje extraordinario por todo el ambiente que se vivió después de la guerra en la década de los 50’s.

“Europa creó patrones complicadísimos, pero súper económicos (porque venían encartados en una revista), como respuesta a la guerra. La misión era darles la posibilidad a las mujeres de crear prendas para vestir a sus familias”, explica la artista, quien utilizó para crear su exposición, cientos de patrones antiguos como inspiración.

Con los patrones que tenía, comenzó a trazar caminos diferentes, dando una visión novedosa de lo que ya tenía un propósito establecido. (FOTO: Isabel Cisneros)

¿Cómo llegó todo el material a sus manos?  Todo lo que utilizó para la creación de sus obras, era ‘material desechable’. Cajas llenas de papeles viejos que nadie entendía, se convirtieron en la musa de Isabel quien comenzó a unir los cabos hasta descubrir los misterios que ocultaban. “Rara vez diseño una pieza pensando en comprar un material. Generalmente, los materiales me inspiran y a partir de sus características naturales, (si se doblan fácil, si tienen memoria, los colores, sus texturas) , es que me inspiro para crear”.

El material que utilizó -casi todos los patrones- tienen más de 50 años porque fueron en la post-guerra, pero ¿Cómo se lograron mantener en el tiempo? «Cuando empezaron a imprimir estos patrones, lo hicieron en el papel más barato que había que era el de envolver frutas, un papel de seda libre de ácido. Están en perfectas condiciones».

La relación entre la ropa y el poder

Tener la posibilidad de crear lo que vas a utilizar, te da un sentido único y agudo de individualidad e independencia,

Sumergidos en el caos de la post-guerra, los patrones impresos en revistas fueron una de las soluciones más inteligentes para poder solventar algunos de los problemas que existían. “Estamos hablando de los 50’s, nadie podía salir a comprarse nada, estamos hablando de gente con recursos muy bajos. Estos patrones en las revistas te daban la posibilidad de hacerte ropa, de hacerle ropa a la gente que estaba en tu casa, de hacer ropa y venderla, de enmendar, etc», comenta Cisneros.

Además de abrir un campo laboral y enseñar una serie de conocimientos muy útiles, la artista se conmueve especialmente con la relación de poderío e independencia que -incluso en momentos de crisis-, estos patrones les daban:  «Cuando comencé a revisar este material, me di cuenta de cómo la gente a partir de esta información toma posesión de su cuerpo y se relaciona de manera diferente con su cuerpo”.

Su obra se mueve entorno a patrones antiguos. (FOTO: Centro Cultural BOD)

«Lo más importante es que les da la fuerza y el poder de elegir, en la medida de las posibilidades, lo que iban a usar. Puedes subir ruedos, puedes escotar, puedes adaptar lo que tienes para que se parezca más a ti y eso cambia por completo tu relación con la ropa«, explica la artista quien confesó haber comenzado diferentes cursos de costura y patronaje para poder entender de lleno el mundo que quería mostrar con su exposición.

También, para hacer una conexión con el pasado y adentrarse de lleno en la idiosincrasia de nuestro país, la artista recuerda que: “En las tiendas de telas, cuando uno iba a comprar en el Bazar Bolívar, uno escogía los patrones en unas gavetas inmensas llenas de patrones diferentes. Los ibas pasando tal como si fuesen libros, hasta que encontrabas el que querías incluso en tu talla. Había desde trajes de muñecas hasta vestidos de novia. Eran muy didácticos, incluso te explicaban la cantidad de tela promedio que ibas a utilizar y todo lo que necesitabas tener para la confección de la prenda«.

Las dos obras que se ven, fueron realizadas con retazos de tela y cinta que ya eran considerados como inútiles o desactualizados. (FOTO: Centro Cultural BOD)

Para poder crear es necesario conectar con una visión íntima y personal. Mientras Isabel pasea por su exposición, recuerda cientos de memorias que viven en su mente:

«Esto es un homenaje a mi abuelita -comenta al ver una de sus obras-. Un homenaje a la información boca a boca. Siempre hago la comparación con la cocina. Puedes ser el chef más excelso, pero cuando estás cocinando y quieres picar la cebolla, recuerdas que alguien te dijo «Para no llorar, toma un sorbo de agua». No lo vas a hacer, pero lo vas a pensar. Ese tipo de cositas, que son informaciones valiosísimas, son para mí un homenaje. Un sinónimo de inmortalidad».

“El oficio te salva”

Este entretejido es quien se roba la atención al entrar a la sala. Está hecho de cintas antiguas entrelazadas. (FOTO: Centro Cultural BOD)

Todo el concepto de Isabel Cisneros en Traslaciones, gira en torno a la producción y creación de piezas en la época de la post-guerra, en los años 50. Su investigación la transformó completamente y redireccionó parte de su vida y su trabajo.

Como una reflexión final, la artista explica la importancia tan vital de volver a los oficios manuales, a crear únicamente con las manos y a vivir en carne propia lo que se siente con cada textura, cada paso, cada movimiento.

«Yo soy muy de oficio, porque él oficio es lo que te salva. Está psicológicamente comprobado que te mejora. Cuando alguien está muy mal, le dicen «Ponte a tejer, a dibujar, a cocinar» Es lo que necesitamos con urgencia. Así tengas las fábricas que tengas, el regreso al oficio es una tendencia que cada vez va a ser más fuerte”, comenta pues comenzó su trayectoria artística siendo ceramista.

Si quieres ver la obra de esta grandiosa artista venezolana, debes visitar el Centro Cultural BOD, de martes a domingo de 11:00 a.m. a 5:00 p.m. La entrada es libre.

Para conocer más de Isabel Cisneros, puedes hacer clic aquí para ir a su página web y aquí para seguirla en Instagram.

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