Con siete años en el mundo de la moda venezolana. la marca de ropa busca abrazar los nuevos estilos y demostrar su amor por lo clásico, honrando la larga herencia con piezas elegantes. Hablamos con Rafael Huizi, uno de sus CEO. Aquí todos los detalles sobre James Bark.
Una idea en el exterior que llegó al país
Rafael Huizi, uno de los CEO de James Bark, junto a sus cuatro amigos buscaban iniciar un negocio en 2015. Luego de visitar un desfile de moda en Chicago, al equipo no le quedó dudas que debía fundar una marca de ropa.
¿Qué quisieron proyectar? En principio, se enfocaron en la polo clásica como punto de partida. De esta manera, se apalancaron en un nicho base y luego fueron agregando una nueva gama de productos.
«Quizás nos ha hecho, de cierta manera, ser exitosos. Somos muy pequeños todavía, pero humildemente hemos hecho un muy buen trabajo«, explicó Huizi.
En pro del medio ambiente
Su cartera de productos ha crecido y han demostrado que no solo buscan perfeccionar la polo, sino también crear nuevas líneas de producto, siendo más amigables con el medio ambiente. Por ello, crearon dos piezas a base de materiales reciclables: gorras y trajes de baño.
Sin embargo, siguen trabajando por ello. «Hemos estado buscando fábricas en Asia que tengan certificaciones de productos reciclados, como es el caso del plástico. Todo lo que es nuestra línea de playa está realizada con botellas de refresco o de agua, así como nuestras gorras. Estamos realizando nuestras polos con 50% de plástico reciclado«, dice.
En este sentido, Huizi explica que está consciente que la moda va hacia allá, ya que muchas marcas están trabajando con productos sustentables porque esta industria contamina mucho. «De esa manera, podemos hacer algo a nivel de responsabilidad social como marca«.
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Únicos en el mercado
Con sus piezas quieren que sus clientes luzcan bien, puedan moverse sin restricciones y se sientan frescos. «Hay muy pocas marcas que hacen una polo como la nuestra. Nos diferencia su calidad, la frescura que tiene, la duración de la pieza y el concepto que traemos. Nuestro bulldog francés a todo el mundo le gusta».
Este logotipo que los diferencia de otras marcas en el mercado nació de la estadía de Huizi en Estados Unidos. El venezolano se fue en 2009 a buscar nuevas oportunidades. Durante tres meses vivió en casa de un amigo que tenía un frenchie. En ese tiempo, no sabía qué hacer con su vida y estaba solo, por lo que el perro se volvió en su compañero.
«Se sentaba cerca de una ventana donde pegaba un rayito de sol y siempre se sentaba de la manera en la que está diseñado el logo. Cuando en 2015, decidimos lanzar la marca propuse tomar al french bulldog porque me traía recuerdos».
7 años de trayectoria
A medida que han pasado los años, James Bark ha buscado apalancarse en mayor medida en el mercado venezolano. De esta manera, han conseguido grandes avances. Ante este logro, Huizi comenta: «Tener presencia hoy en día en el país nos llena de orgullo. Ya contamos con la quinta tienda en Venezuela y me enorgullece como venezolano. Todo el trabajo que se le ha hecho a la marca ha sido desde afuera, poder celebrar estos siete años aquí y saber que la marca está siendo reconocida me hace muy feliz».
Instagram: @jamesbark.vzla