En la reciente Semana de la Moda de París distintas casas de diseño sorprendieron con sus colecciones de Alta Costura para la temporada otoño-invierno 2019-2020, con conceptos increíbles y siluetas que enmarcaban la feminidad de la mujer. Una de ellas fue la propuesta presentada por Elie Saab, quien causó sensación con sus imponentes creaciones muy al estilo oriental.
En definitiva, la estética oriental aunado a una imponente gama de diseños y detalles hicieron que el público en París disfrutara y aplaudiera a lo grande a Elie Saab, quien conjugó lo mejor del estilo asiático con lo elegante, vanguardista y, además, con un toque de surrealismo. Y es que, para esta propuesta para otoño-invierno 2019-2020 el diseñador de origen libanés exhibió atuendos como si de princesas se trataran.
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Dichas piezas eran unas glamurosas creaciones de fiesta que, igualmente, gustarán también a las novias en tendencia. Además, como detalle se puede destacar que los looks fueron acompañados con anchos cinturones, los cuales sirvieron para estilizar la figura de aquellas apuestas que juegan con pronunciados volúmenes.
Además, en esta propuesta resaltaron, como ya lo mencionamos, las cinturas marcadas, cortes tipo kimono y faldas pomposas, entre otras figuras, conformaron el patrón espectacular colección de Elie Saab. Asimismo, el diseñador logró resaltar la riqueza y cultura asiática mediante grabados, bordados y brocados en tejidos satinados, terciopelo y tul que se involucran en volúmenes y drapeados que nos trasladan a una fantasía, en donde se hace alusión a las princesas y a los dragones de esta región.
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Y es que, la inspiración del modista libanés en cuanto al lejano oriente fue más allá de los que muchos llegarían, pues en palabras del mismo Elie: «dejé que mi mente se sumergiera», dándole forma al «volumen imperial», sin dejar a un lado ciertos toques distintivos que son fieles a la casa. Por ello, en la pasarela se dejó ver cinturas estrechas ceñidas con cinturones dorados y, a su vez, ese mismo efecto en los discos dorados que decoraban las cabezas a modo de minicoronas.
De tal forma, esta propuesta causó sensación por estos atuendos confeccionados a base de los tejidos de seda que fluían maravillosamente por la pasarela, a espaldas de las modelos cuando no declinados en faldas abiertas para enseñar la pierna, o también en looks cortos por delante a medio muslo.