Lo que empezó como un hermoso cuento de hadas hace 25 años, llega a su fin y de la manera más humillante posible. La infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI de España, ha decidido «interrumpir su relación matrimonial» con Iñaki Urdangarin, luego de que unas fotos de su esposo agarrado de manos con otra mujer, fueran publicadas en una revista.
«De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin», dice el comunicado.
Un plebeyo a la Casa Real
El deportista plebeyo (Urdangarin fue un miembro del equipo de balonmano de su país), le robó el corazón a la segunda hija de los reyes Juan Carlos y Sofía. Se conocieron en las olimpiadas de Atlanta 1996. Y solo pasó un año para que en 1997 los dos se dieran el «sí quiero» en Barcelona, la cual se engalanó para festejar a los novios. Más de 300 representantes de 40 casas reales acudieron a la boda, transmitida por televisión, y más de 200.000 personas se apostaron en la calle para que saludar a los recién casados.
De los deportes a la administración
Los duques de Palma, título que les concedió el rey Juan Carlos al contraer matrimonio, establecieron su residencia en Barcelona y ahí nacieron sus cuatro hijos: Juan Valentín (1999), Pablo Nicolás (2000), Miguel (2002) e Irene (2005). En el 2000 Iñaki se retiró de la selección de balonmano y debido a su brillante trayectoria fue elegido como miembro del Comité Olímpico Español y en 2004. Sin embargo, el licenciado en Administración de Empresas, cortó vínculos con el mundo del deporte y fundó la consultora Nóos, la cual más adelante sería la detonante de su desgracia.
Caso Nóos
En 2006 comienzan las primeras investigaciones en las que se acusa a la consultoría de corrupción, en la cual Iñaki era el presidente. En ese momento abandona la compañía a peticiòn de la Casa Real y pasó a trabajar como consejero en Telefónica. En 2009, mientras más se hurgaba, más se destapaba y la familia se mudó a Washington. En noviembre de 2011, tras el registro de la sede de la entidad, el Palacio de la Zarzuela apartó a Urdangarin de las actividades oficiales por su falta de ejemplaridad. De Washington, el matrimonio y sus hijos se mudaron a Ginebra, Suiza, en medio de la investigación judicial Tras la investigación, la Fiscalía Anticorrupción presentó contra Urdangarín y su socio, los cargos de malversación de fondos, fraude, falsedad y blanqueo de capitales.
La infanta siempre leal
Durante el juicio, Cristina estaba siempre al lado de su esposo. «Confío plenamente en él y en su inocencia», dijo. Urdangarin fue condenado a cinco años y diez meses de prisión. Su entrada en la cárcel de mujeres de Brieva en junio de 2018 no alteró la relación y la infanta se mantuvo junto a él. Cristina incluso lo visitaba en prisión y paseaban en la ciudad de Vitoria cuando a él le daban permisos de salida.
Las fotos de la traición
En esa misma ciudad Urdangarin comenzó a trabajar en un bufete de abogados. Y es en ese despacho donde conociò a Ainhoa Armentia, la mujer con la que fue fotografiado tomado de la mano en la calle y por la cual la infanta Cristina ha decidido separarse.