¡23 talentos ejemplares! #22 Elisa Vegas, la directora de orquesta que rompe barreras con su música

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Como parte de la celebración de nuestro 23 aniversario, seleccionamos a Elisa Vegas, directora de orquesta venezolana para que sea nuestro talento número 21. Aquí tienes todos los detalles de este talento ejemplar.

La música corría por sus venas

En una familia unida y arraigada a la vida cultural de Caracas, Elisa Vegas encontró su pasión: la música. Gracias a un padre melómano, escritor, locutor y dramaturgo – Guillermo Vegas -, y una madre con buen oído musical, creció con las melodías alrededor e ingresó desde pequeña a clases de música.

«Mi familia siempre ha tenido la cultura muy presente, por lo que me llevaron a espectáculos dentro y fuera del país, y siempre ha estado muy comprometida con Venezuela» explicó a la BBC.

Las letras del alfabeto y las notas musicales pasaron a ser algo cotidiano en su rutina. Así, la música se convirtió en su elección y siempre supo que quería dedicarse a ello: «Se trata de una pasión y las pasiones son algo que uno no sabe de dónde vienen […]. De pequeña sentía que era un juego. Después entendí que era también disciplina, que tenía un enorme poder transformador de las personas y de la sociedad, y cada vez cobró más y más sentido».

¿Un sueño hecho realidad?

Poco a poco se fue convirtiendo en un músico que integra conciertos y se ve ante un director de orquesta con su clarinete. A pesar de amar este mundo, jamás se le ocurrió tomar la batuta de un grupo.

Al ver que era lo común, para Elisa el puesto estaba hecho para hombres de cierta edad con una madurez musical importante. «En ese momento, ninguna de esas características las presentaba yo. Ni estaba madura musicalmente, ni era hombre, ni tenía la edad. Entonces, nunca me planteé la posibilidad de ser directora de orquesta. Eso llega a mi vida por una casualidad», dice emocionada para DW Español.

Pero, ¿cómo llegó a convertirse en la persona de ahora? En ese momento, como clarinetista quería profundizar más en otras áreas musicales, por lo que entró como oyente a las clases de dirección orquestal para entender la música desde otro punto de vista.

Por casualidad, vino un maestro del exterior a hacer un curso de dirección y Elisa decidió entrar como oyente. Sin embargo, el aforo era tal que el ponente decidió hacer un examen a todos para saber a quiénes se los iba a dar y consiguió el puesto.

«No sabía por dónde empezar a estudiar. Realmente, estudiar dirección es algo muy complejo. Las partituras son muy elaboradas, tienen todos los instrumentos. Hice mi mejor intento, pero en el momento en el que me paré en el podio, elevé mi batuta y sonó la Orquesta Sinfónica cambió todo«, dijo. Desde ese momento, se planteó la posibilidad de dirigir una Orquesta y empezó su viaje.

Antes de los 30 años ya dirigía la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho.

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Sin pasión no hay música

¿Cuánto hay de técnica y cuánto hay de pasión en esta profesión? Si Elisa Vegas pudiese ponerlo en una balanza, la pasión sería la ganadora.

«Si no la tienes no creo que sea posible poder transmitir esa energía a una Orquesta que finalmente va a emitir un sonido a un público. En el momento en el que uno pierde eso se siente en el escenario y el concierto no puede ser bueno», asevera a DW Español.

Sin embargo, la técnica tiene un peso fundamental para mostrar claridad. Sin embargo, Vegas considera que existe un tercer componente para el director: el conocimiento del mundo. «El director tiene que tener una gran formación. No solamente en la música, sino de muchísimas otras cosas y siento que ese porcentaje es bastante alto», aifrmó.

Lazos llenos de orgullo nacional

Su padre es conocido comúnmente como Federico Pacanins – su segundo apellido -. Este lo liga a una de las diseñadoras más importantes del país: Carolina Herrera. La empresaria venezolana es hermana de la abuela paterna de Elisa Vegas – Cristina Pacanins -. «Aunque parezca un parentesco algo lejano, hay que tener en cuenta que los lazos familiares en mi país se mantienen muy cercanos”, aseguró a Vanity Fair.

Según la revista, Herrera explica con orgullo sobre su sobrina nieta: “Desde pequeña, Elisa mostraba su fascinación por la música, su gran talento y la tenacidad que la ha llevado a donde está el día de hoy”.

Este miembro familiar es uno de los referentes para la joven venezolana que siempre que la necesita obtiene su apoyo: “Está para lo que necesito, siempre atiende al teléfono inmediatamente, es una suerte”. Su ayuda a sido indispensable en los inicios de su carrera, puesto que la ayudó a mantener su feminidad de una manera clásica.

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