La FDA recientemente aprobó la gastroplastia endoscópica, como procedimiento primario para la pérdida de peso. La recuperación es rápida, por lo que los pacientes pueden retomar sus actividades en pocos días
Alrededor de 2.500 millones de adultos tienen sobrepeso, y de ellos, 890 millones son obesos, según las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022. Esto representa aproximadamente el 43% de los adultos con sobrepeso y el 16% con obesidad.
La dieta y el ejercicio, pueden no ser suficientes ni efectivos a largo plazo en algunos casos, para los que los procedimientos endoscópicos, se presentan como la opción más recomendada. Uno de los más innovadores es la gastroplastia endoscópica, que “consiste en la reducción del volumen del estómago mediante una sutura interna, realizando todo el proceso a través de la boca, sin incisiones ni cicatrices”, explica el Dr. José Di Giorgio, médico gastroenterólogo y expresidente de la Sociedad Venezolana de Endoscopia Digestiva (SOVED).
La FDA, recientemente aprobó la gastroplastia endoscópica, como procedimiento primario para la pérdida de peso, subrayando su seguridad y eficacia a corto, mediano y largo plazo. Este método poco invasivo, ha demostrado ser altamente efectivo, permitiendo una pérdida de peso entre 18% y 22%. La recuperación es rápida, por lo que los pacientes pueden retomar sus actividades en pocos días.
Gastroplastia endoscópica y las diferencias con otros
Existen otros tratamientos endoscópicos como el balón intragástrico, que consiste en colocar un dispositivo que ocupa espacio en el estómago y retrasa su vaciamiento. La diferencia clave entre la gastroplastia endoscópica y el balón intragástrico, es que la primera ofrece una solución permanente, mientras que el segundo es temporal.
“El peso promedio que se pierde con el balón es menor, solo de 15%. Además, el período de recuperación suele ser más largo y desafiante, con síntomas como náuseas y vómitos y efectos secundarios como reflujo”, explica el Dr. Di Giorgio, único especialista en gastroplastia endoscópica en el país.
En comparación con la cirugía bariátrica, el especialista aclara que no compite con estos procedimientos endoscópicos, ya que tienen diferentes indicaciones. “La Federación Internacional de Cirugía para la Obesidad, no aprueba la cirugía bariátrica en pacientes con sobrepeso y obesidad en niveles bajos. La pérdida de peso no es controlable, por lo que no existe una cirugía bariátrica ‘adaptada’ como quiere hacerse creer”, aclara el médico gastroenterólogo.
La gastroplastia endoscópica, combinada con nuevos fármacos como los análogos del GLP-1, puede tener resultados comparables a los de una cirugía bariátrica, con 6 veces menos riesgo, además de menos complicaciones y efectos adversos.
Seguimiento postoperatorio: clave para el éxito
La reganancia de peso, es un desafío común entre los procedimientos para tratar el sobrepeso y la obesidad. “De no hacerse el seguimiento postoperatorio, la tasa de reganancia de peso es alrededor del 55% y, si bien, la gastroplastia endoscópica puede repetirse sin mayor riesgo, la idea es no perder el procedimiento primario”, acota el Dr. Di Giorgio.
Este seguimiento consiste en controles regulares y una nueva relación con la comida, lo que sería una alimentación consciente o ‘mindful eating’, además de comer porciones más pequeñas, evitando ciertos alimentos y bebidas.
Además de ser un tratamiento seguro y efectivo, para personas con un índice de masa corporal por debajo de 35, la gastroplastia endoscópica, puede reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión, la enfermedad renal, los problemas cardiovasculares y la demencia.