En el Parque Nacional Canaima, está creciendo algo mágico y es La Sinfónica Coral Kanaimö (Canaima), un grupo de niños y jóvenes, que buscan enaltecer al pueblo Pemón, paralizando la respiración de todo aquel que los escucha
El estado Bolívar tiene mucho que ofrecer, como sus maravillas naturales, el majestuoso Salto Ángel, imponentes tepuyes, ríos, entre otras. Sorprende el talento de las personas, que hacen un trabajo arduo para resaltar la música, a través de La Sinfónica Canaima, que con su arte llega al corazón.
“Este hermoso proyecto nace por la necesidad de preservar la cultura, la música, el idioma y la tradición del pueblo Pemón Kamarakoto, a través de la educación y la música propia, en nuestros niños y jóvenes. Cada uno de ellos, nos muestra lo que realmente implica ser humanos y entender el respeto y cariño, que le debemos a la naturaleza”, dice Ramsés Martínez, director de la sinfónica.
Uno de sus más grandes logros hasta ahora, es su primera placa discográfica, “Patamuna”, disponible en todas las plataformas, con temas como “Somos esperanza”, “Cantaré con el corazón”, “Arindak tukuy” y cinco más, en donde combinan el idioma español y el pemón.
“Estas canciones tratan de nuestra tierra y la naturaleza, y el disco se grabó completamente en Canaima, usando equipos que se trasladaron desde Caracas. Participaron personas como Iñaki Paipa, en la grabación y producción y, además, contamos con el apoyo de los ganadores del Latin Grammy, Darío Peñaloza y Jesús Jiménez, en la mezcla y masterización, respectivamente”, agrega Makumy Montes de Oca, profesor de canto de los artistas.
La Sinfónica Canaima sigue creciendo
La Sinfónica Canaima tiene alrededor de 180 niños, dispuestos a conquistar a todos con su maravilloso talento. Cada uno de ellos lleva una vida sencilla, pero marcada por su historia ancestral, esa que plasmaron en su disco. El gran anhelo de sus nobles y puros corazones, es tener su propia escuela de música, plan que ya inició, pero necesita la colaboración o donativos materiales, de todo el que se quiera sumar.
“Queremos construir una orquesta más grande que represente al pueblo Pemón, incluyendo a todas las comunidades más remotas. Actualmente, contamos con la comunidad de Kamarata y se han hecho contactos con otros grupos indígenas para poder ser, a largo plazo, una representación musical y cultural del país. Es sorprendente cómo desarrollan tanto talento y desde tan temprana edad, tomando en cuenta lo lejos que están de muchas ciudades y pocos recursos. Es una experiencia sumamente gratificante y enriquecedora”, finaliza Montes de Oca.