La muerte de una de las piezas claves del universo de historietas y cinematográfico de Marvel, como lo fue Stan Lee, ha dejado en el público y en el mundo una huella inigualable, porque fue y será una persona con mucha personalidad y, por sobretodo, creatividad. Sin embargo, su deceso también trajo consigo una ola de rumores y escándalos que implican hasta varias demandas.
Y es que con el fallecimiento de Stan el pasado lunes a sus 95 años de edad una serie de informaciones sobre su vida personal han salido a flote, muchas de ellas en donde dejan ver a Lee más débil, sensible y sin coraza alguna.
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Stan Lee: Un legado fantásticamente insuperable
En los últimos meses, además de su condición física, el dibujante estuvo pasando por una serie de hechos tormentosos que nadie pudo haberse imaginado hasta este momento. Y es que, a mediados del mes de abril el medio The Hollywood Reporter reseñó un amplio artículo que se tituló «Stan Lee necesita un héroe», y esto no tenía que ver necesariamente por la neumonía que padeció en en ese momento, sino con la gran serie de conflictos por la que atravesó desde que falleciera su esposa en 2017.
Joan Clayton, esposa del magnate de los comics, no solo fue su fiel acompañante por más de 60 años, sino que también era la encargada de controlar las finanzas del dibujante que le daba la importancia justa al dinero, debido a que Stan era un tanto desordenado con todo lo que tenía que ver con su vida.
Pero, la vida de Lee se vio llena de problemas luego de que demandara a Pow! Entertainment, compañía que fundó en el año 2001 con la cual se esperaba desarrollar propiedades de películas, televisión y videojuegos, por fraude, una demanda que se retiró poco tiempo después. Además, el magnate presentó causas judiciales contra quien había sido gerente de sus negocios y otras personas de su entorno que habían abusado de su confianza en materia de finanza.
Lo más cumbre del caso es que según el mentado medio, Lee y su esposa habían llegado al acuerdo de que a su hija, Joan Celia Lee, no le pasara directamente la herencia, y para ello habían creado un fideicomiso con el que se controlaba sus gastos excesivos, debido a que a la descendiente de Stan le encantaba gastar entre 20.000 y 40.000 dólares mensuales en sus tarjetas de crédito. Como era de esperarse, Joan reclamó que «por derecho» debía ser suyo, algo que la esposa de Lee podía controlar.
En muchas ocasiones, el artista comentó que la actitud de su hija se debía a «las malas influencias», porque según él querían adueñarse de su dinero y sus propiedades. No obstante, y a pesar de los escándalos que han surgido entorno al famoso, el legado que dejó en la industria cinematográfica será irreemplazable, y es que no solo aportó al mundo una cantidad de historias y aventuras fantásticas, sino que también dejó a medio camino nuevas tramas que prometen ser un hit en las salas de cine.