La segunda temporada de esta popular serie de HBO Max no sólo cautivó por su historia, sino por el paradisíaco lugar donde se filmó.
La isla de Sicilia (Italia) ofrece el escenario ideal para una comedia negra como ésta: exóticas y lujosas villas, hermosos jardines, arte y paisajes seductores.
Pero para ser más exactos, esta vez los huéspedes súper ricos de White Lotus se hospedaron en el Palacio San Domenico, que en la vida real es también un hotel 5 estrellas operado por el Four Seasons en la icónica ciudad de Taormina.
En el siglo XIV solía ser un monasterio y allí se han hospedado celebridades como Madonna, Ava Gardner, Rita Hayworth, Sophia Loren, Elizabeth Taylor y Sharon Stone; así como intelectuales, escritores y poetas como Thomas Mann, Truman Capote, Jean Cocteau y Luigi Pirandello (antes que fuera tomado y remodelado, aunque conservando su clásico esplendor, por la cadena Four Seasons, aunque seguramente muchas nuevas celebridades también se hospedarán allí).
Lo que es real y lo que no
El hotel ofrece unas espectaculares vistas de la costa y el volcán Etna y, aunque su gerente general no garantiza unas experiencias tan particulares como las de la serie (afortunadamente), sí promete la misma calidad de servicio y lujo que experimentan sus personajes.
Otra característica que no es real es el acceso al mar. El Palacio San Domenico está en el tope de una colina, así que, para grabar la escena de la llegada de los huéspedes en bote, usaron el puerto de un restaurante cercano.
Sin embargo, la decoración, las habitaciones y suites, los cuadros (santos pintados por los monjes que alguna vez vivieron en el monasterio) y hasta los uniformes del personal sí son reales y no fueron modificados.
Experiencia “White Lotus”
El Palacio San Domenico fue pensado para vacaciones en familia o lunas de miel de parejas. Entre las experiencias que ofrecen, destacan: una expedición nocturna al volcán Etna para admirar desde allí las estrellas en compañía de un astrofísico y conocer varias leyendas de la mitología griega; viajes en yates de lujo para conocer la isla y hacer deportes acuáticos; una bella velada en el Teatro Antico para escuchar un concierto a la luz de la luna y las estrellas (sin el pianista de White Lotus, lo siento); una relajante tarde en la espectacular piscina del hotel (al personaje de Portia le gusta esto); tomar un aperitivo en el Bar & Chiostro, donde la carta de cocteles está inspirada en la historia del hotel; entre otras.
Actualmente, el hotel está cerrado preparándose para una nueva temporada de turistas. Pero ya en marzo abre nuevamente sus puertas para todos aquellos que quieran disfrutar de la dolce vita al mejor estilo White Lotus.