Uno de los monumentos clásicos de la ciudad. El Correo de Carmelitas es una construcción con una arquitectura particular que llama la atención desde cualquier punto que sea vista y cuenta con una historia interesante. Aquí todos los detalles.
Un espacio llamativo
En toda una esquina, el Correo de Carmelitas cuenta con una ornamentada arquitectura. Los espacios internos se organizan en un patio central cubierto por un techo de vidrio y metal con cuatro corredores con columnas que llevan a espacios de oficina.
La mente detrás del proyecto
Uno de los arquitectos venezolanos más conocido por su trabajo en el el Hospital Militar, el Hospital Oncológico, Escuela de Artes y Oficios de La Guaira.
Como suele demostrar, las fachadas de Luis Eduardo Chataing muestran elementos ornamentales de inspiración neobarroca, donde destaca su composición. La esquina en chaflán rematada en un frontis polilibulado es la invitación ideal para ingresar al edificio.
Te podría interesar: ¡Leyendas venezolanas! El doctor Knoche, la escalofriante historia del “vampiro de Galipán”
Morada presidencial durante la guerra
En 1781 la propiedad vio la luz para convertirse en el lugar predilecto del Conde Don Martín de Tovar. Luego, desde 1860 al 20 de mayo de 1861, el Correo de Carmelitas se convirtió en la morada presidencial durante la Guerra Federal con el Manuel Felipe de Tovar, bisnieto del Conde.
Dado que se convirtió en la sede del Ministerio de Guerra y Marina en 1930, para 1933 se remodeló para ampliar su espacio, y que la Dirección General y la Administración principal de Correos de Caracas tuviesen lugar.