Celebraciones grises y tristes han perdurado en la familia real británica por la muerte de Isabel II. A pesar de la conmoción, el protocolo debe continuar y todos cumplir con lo requerido. Por ello, muchos se deben vestir acorde, incluyendo a los más pequeños. Aquí los detalles de la joya de la princesa Charlotte.
El complemento perfecto
La hija de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, lució un impecable abrigo color negro – de la marca española Ancar – junto a un sombrero a juego – de la firma Jane Taylor – con un toque fascinante: un broche de diamantes en forma de herradura.
Este look fue el elegido para la princesa Charlotte. De esta manera, la joven de la realeza conmemoró a Isabel II en su funeral de Isabel II.
Un significado sentimental
El broche de herradura cuenta con mucha historia. La reina Isabel II es conocida por su amor por los caballos y la equitación. Este amor de la reina lo despertó su abuelo – el rey Jorge V -, quien le regaló un poni de raza Shetland a los cuatro años.
Esta fascinación la acompañó el resto de su vida, llevándola a convertirse en figura central del certamen ecuestre de Royal Ascot y a convertir los paseos en caballo como el mejor lugar para hacer negocios.
En este sentido, la pieza honra esta pasión que la fallecida monarca compartía con la niña. Esta pieza forma parte de la amplia colección de joyas de la familia real británica.
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Gran valor histórico
La joya tiene más de 100 años de antigüedad. Para 1929, la todavía duquesa de York y futura reina consorte fue fotografiada con el broche. Este procedía del joyero de la reina María de Teck – su suegra y madre del rey Jorge VI -.
De esta manera, la reina Madre se lo regaló a su hija mayor, quien amaba los caballos. Así, 93 años después, la alhaja llega a la princesa Charlotte, pasándose de generación en generación y reforzando la afinidad de la realeza con el mundo ecuestre.