La decoración de otras épocas siempre genera inspiración para conseguir resultados ideales en hogares, oficinas o locales. En esta oportunidad, la era victoriana se lleva el foco. En este momento, existieron diversos estilos de decoración que entraron y dejaron de ser populares. Conoce todo lo que necesitas aquí.
¿Cómo fue la era victoriana?
La arquitectura, la moda, la literatura y las artes decorativas estuvieron influenciadas por el estilo victoriano a finales del siglo XIX, gracias al reinado de la reina Victoria. Este movimiento está caracterizado por tener un estilo gótico y romántico.
Estos aspectos influyeron en la decoración durante la Revolución Industrial, debido a que la clase media disponía de recursos para comprar lo que le apeteciera. En esta época se pensaba que tener una habitación vacía era sinónimo de mal gusto, por lo que las decoraciones ostentosas imperaban. Las personas trataban de imitar a la aristocracia y buscaban conseguir un toque señorial.
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Aspectos a considerar
En la decoración victoriana es común percibir las superficies disponibles abarrotadas de objetos que reflejen a quiénes aspiraban a ser los propietarios. El papel tapiz estampado con flores, pájaros o animales era uno de los más populares. Además, se mezclaban los tonos apagados y suaves con los colores brillantes y vivos.
El damasco, chintz y terciopelo era usado con otros diseños, y las telas de encaje eran las predilectas para la mantelería. También era común el uso de múltiples lámparas estilo Tiffany para iluminar las áreas comunes. Sin dudas, el salón era uno de los lugares más importantes del hogar porque mostraba los atributos de los propietarios.
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Sinónimo de riqueza
La era victoriana permitió medir la riqueza de los propietarios de las casas, de acuerdo con sus decoraciones. Los muebles exóticos y las opulentas telas en los salones y comedor son prueba de ello.
Grandes alfombras, espejos, porcelana, cristalería, cortinas y adornos llamativos sobre pisos de parquet dieron vida a esta imagen. Asimismo, las plantas eran usadas en casi todo y eran expuestos los animales disecados bajo vidrio.
Emotividad familiar
El sentimentalismo y el amor familiar fueron unos de los rasgos más predominantes en la decoración en la victoriana. Era común exhibir álbumes de fotos y pinturas de los miembros de la familia, así como recuerdos conmemorativos de la Familia Real. Las imágenes de niños pequeños y mascotas eran de las preferidas.