EN FOTOS: La historia del castillo en el que murió Leonardo Da Vinci

Reciente

¡Mira cómo luce la «niña más bella del mundo»!

La ahora modelo francesa nos muestra su evolución en...

5 datos curiosos de Beetlejuice

A propósito del estreno de su secuela, Beetlejuice 2,...

Las Huellas de Poder que comparten 4 artistas venezolanas

Hilda Abrahamz, Amanda Gutiérrez, Astrid Carolina Herrera y Maricarmen...

Axel celebra 25 años de carrera con un nuevo tema

Axel presenta "El motivo", un single cargado de historia,...

Rihanna es la nueva imagen de J’adore de Dior

Rihanna toma el testigo de Charlize Theron y es...

JW Marriott Miami Turnberry Resort & Spa: El Destino de Lujo por Excelencia en Aventura

Situado en el corazón de Aventura, el JW Marriott...

Los 15 looks más espectaculares de lo que va del Festival de Cine de Venecia

Una de las red carpets más elegantes del año...

Kany García comparte el «Duelo» con Nanpa Básico

Nanpa Básico une fuerzas con la cantautora Kany García, ganadora de...

Conocido por ser uno de los genios más grandes del mundo, Leonardo Da Vinci es una de las figuras históricas más interesantes de analizar. Si bien su vida fue itinerante entre distintas regiones de Europa (Italia y Francia, en su mayoría), tenemos la suerte de adentrarnos en la intimidad del castillo en el que vivió cómodamente los últimos 3 años de su vida.

Un palacio digno de la realeza

Leonardo Da Vinci no merecía algo menor a lo que recibió mudándose a sus instalaciones. Con proporciones envidiables y paisajes dignos de un rey, el castillo se encuentra en las tierras de Le Cloux, cerca del río Loira, una de las zonas más privilegiadas de Francia. El terreno le pertenecía a una familia muy adinerada, que decidió donarlo a la iglesia para que se asentaran las monjas cistercienses.

Todo cambió cuando comenzó el reinado de Luis XI en 1471, quien se lo regaló a Etienne le Loup, un famoso cocinero de la época que le servía a la corona. Años después, Carlos VIII compró el territorio con el propósito de que fuera la casa residencial oficial de los reyes de Francia. La mansión se utilizó en realidad como un castillo vacacional y/o de recreación.

El castillo está ubicado en el corazón de un parque de 7 hectáreas, atravesado por el Amasse, un afluente del Loira. La fachada de la casa está realizada con ladrillos rosas y piedras blancas y se ha mantenido casi inalterada desde el Renacimiento.

Uno de los detalles más sorprendentes de la construcción, es que está conectada por un túnel subterráneo con el castillo de Amboise, uno de los más importantes de todo el territorio francés.

Te podría interesar: ¿Imaginas visitar la casa de Dalí? Estos increíbles museos te muestran la intimidad de los artistas

¿Cómo llegó Leonardo Da Vinci al castillo?

Su trabajo como artista, ingeniero, arquitecto, creador y un millón de etcéteras más, lo hacían viajar constantemente por toda Europa. Antes de mudarse, se había asentado en Florencia donde hizo numerosos encargos para la realeza y para los hermanos Medici, una de las familias más importantes de toda la historia. Pero él, estaba cansado.

Con un ritmo de vida tan agitado y siempre rodeado de admiradores, Da Vinci soñaba con un lugar para pensar en paz, en el que pudiera dedicarse a lo que más le gustaba: el estudio y la observación.

Leonardo estaba protegido y vivía bajo el ala de Juliano de Médici, tras su fallecimiento en 1516, Francisco I, quien había tomado el trono francés recientemente, lo llamó para convertirlo en el artista oficial de la corona y le ofreció estabilidad, libertad y comodidad.  

Cuando llegó el mismísimo Leonardo Da Vinci a tierras francesas, el rey le otorgó sin derecho a réplica, el castillo Clos Lucé, enteramente a su disposición.

Además de darle un lugar para estar cómodo, la servidumbre que se encargara de mantenerlo en perfecto estado y el espacio suficiente como para darle vida a sus proyectos, lo premió con un sueldo de 700 monedas de oro al año para que pudiera dedicarse a lo que él quisiera. Sin restricciones.

La maravilla de tener un hogar

Leonardo Da Vinci era un hombre incansable. Su pasión más grande era el trabajo. Vivía observando, investigando e inventando aparatos nuevos y haciendo avances científicos. El castillo, le dio la oportunidad de vivir sin ningún tipo de presión y además, formó un taller para sus alumnos más queridos.

Además de ser un filósofo brillante, Da Vinci disfrutaba de la enseñanza y resguardaba en el castillo a sus pupilos más destacados. Dos de ellos eran Francesco Melzi y Gian Giacomo Capprotti, mejor conocido como “Salai”.

Da Vinci llegó a la propiedad a principios de 1516 y murió el 2 de mayo de 1519 dos semanas después de su cumpleaños número 67. Murió cerca de sus dos alumnos predilectos y con la paz de haber logrado la independencia que siempre quiso.

En el castillo, se encuentran pinturas originales de Leonardo, bocetos de sus alumnos y cientos de sus anotaciones privadas. Se mantiene la cama en la que él durmió y objetos básicos de su cotidianidad como cuadernos, pinturas y bocetos.

Ahora, está abierto al público para todos los amantes de las artes y para los curiosos que quieren saber más del grandísimo Leonardo Da Vinci. Si quieres información sobre los tours, entradas y reservaciones, haz clic aquí.

spot_img

Compartir

Relacionadas