Los secretos para una piel sana y luminosa, están en tu alacena. La naturaleza tiene escondidos miles de tesoros que te ayudarán a mantener una piel limpia, brillante y saludable, solo tienes que aprender a combinarlos y usarlos como mascarillas. ¿Cuáles son? ¿Cómo puedes hacer mascarillas? Aquí te contamos todo.
Refrescante como un aguacate
Esta mascarilla es súper sencilla de hacer y te ayudará a sentir tu piel aliviada y muy fresca. Es perfecta para utilizarla después de una noche con amigas en la que usaste mucho maquillaje porque te ayudará a sentirte más liviana.
¿Qué necesitas?
Medio aguacate maduro
Una cucharadita de miel
Media taza de avena
¿Qué tienes que hacer?
Con tus manos o algún instrumento de madera o plástico (el metal oxida el aguacate), tritura el aguacate y agrega la miel. Una vez que estén unidos, mézclalo con la avena y guárdalo en la nevera por 15 o 20 minutos. Una vez que esté frío, aplícalo uniformemente por toda tu cara, después de 10 minutos, retíralo con agua fresca. Instantáneamente te sentirás rejuvenecida.
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El bótox casero que buscabas
Esta mascarilla es extraordinaria para disimular las líneas de expresión y devolverle la vida a tu piel. La clara de huevo está llena de proteínas que nutren tu piel, el aceite de oliva la dejará brillante y suave y la miel le da la textura perfecta.
¿Qué necesitas?
Una clara de huevo
Una cucharadita de miel
Una cucharadita de aceite de oliva extra virgen
¿Qué tienes que hacer?
En un mismo envase, mezcla la miel con el aceite suavemente hasta que se unan. Cuando ya estén unidos, agrégales la clara de huevo, pero sin batir demasiado para que no se forme espuma (ni se hagan nieve los huevos). Aplícala en tu rostro y déjala secar alrededor de 15 minutos. Sentirás que la mascarilla se endurece, no te preocupes que es normal. Después, puedes pelarla o lavarla con agua tibia y algún jabón suave. Es excelente para regenerar la piel de tu rostro y limpiarla de impurezas.
Una crema suave que te dejará como bebé
La clave de todas las mascarillas, es sentir la piel hidratada, suave y liviana al terminar. Esta es perfecta para usarla todos los días porque no es invasiva, es fácil de preparar y se siente súper bien. Es la night cream perfecta (pero te la tienes que lavar).
¿Qué necesitas?
Dos cucharadas de yogurt natural (si es griego mejor, no puede tener sabor ni colorante)
Una cucharadita de miel
¿Qué tienes que hacer?
Mezcla los dos ingredientes en un bowl -preferiblemente que ambos estén fríos- y aplícalo sobre tu rostro. Puedes dejarla el tiempo que quieras, solo debes retirarla antes de dormir -o de salir- ¡Y listo! Piel de bebé instantáneamente. Sentirás tu piel limpia y fresca.
Adiós manchas, saluda a una nueva tú
El sol, el exceso de maquillaje y las fallas en nuestras rutinas de skin care, pueden dañar nuestra piel y hacerla lucir triste, sin brillo y cansada. Dentro de tu cocina, tienes un elemento mágico que puede ayudarte a lucir mejor y a sanar las impurezas de tu piel.
¿Qué necesitas?
Cuatro cucharaditas de vinagre de manzana
Media taza de agua
¿Qué tienes que hacer?
Mezclarlos y aplicarlos directamente sobre tu rostro con un algodón limpio. Es súper importante que el vinagre esté bien diluido en el agua así que mantente atenta a las proporciones. El vinagre te ayudará a alcalinizar tu piel, dejándola libre de impurezas. Si la utilizas con frecuencia, podrás notar como poco a poco las manchas se desvanecen. ¡Es maravillosa!
La más poderosa de todas
Esta es exclusiva para esos momentos en los que buscas una restauración profunda. Perfecta para utilizarla antes de regresar de vacaciones o días antes de comenzar una nueva aventura.
¿Qué necesitas?
Media taza de aloe vera virgen y fresco
Dos cucharadas de miel
El jugo de medio limón
¿Qué tienes que hacer?
Mezcla suavemente todos los ingredientes y aplícalos en tu rostro. Déjala actuar por 15 minutos y limpia muy bien con agua fresca. Es importante que retires bien toda la mascarilla porque el limón en contacto con el sol mancha, así que asegúrate de que esté todo limpio.
Recuerda, lo más importante es que tu piel esté limpia y saludable. Las mascarillas son tus aliadas, pero tienes que tener una rutina de belleza estable para poder mantener tu rostro limpio y libre de impurezas. Es el lienzo sobre el que aplicarás el maquillaje y además, tu carta de presentación.