Ubicada en uno de los rincones más recónditos de California, la peculiar construcción se convirtió en todo un atractivo turístico por su extraña estructura. No tiene ni paredes rectas ni esquinas, es toda una experiencia extrasensorial. ¿Cómo es? ¿Quién la construyó? Aquí te contamos todo.
Una casa futurista con esencia espacial
Pero no te imagines una base espacial llena de botones y extraños metales, esta construcción une el modernismo del futuro con toques extravagantes que la hacen parecer de otro planeta. Estamos acostumbrados a casas llenas de columnas, paredes rectas y numerosas esquinas (lo lógico más lógico son las habitaciones cuadradas y rectangulares ¿cierto?), pero esta casa rompe todos los esquemas y demuestra que lo diferente puede ser extraordinario.
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Esta casa futurista tiene más de 50 años, su construcción comenzó en 1969 bajo la dirección y tutela de la arquitecta Mary Gordon. “Fue un experimento sobre el espacio desde mi óptica. Cuando tienes líneas curvilíneas, nunca paran. No es como una caja, es una pieza escultural”, asegura.
El proceso de decoración fue tan complejo como la construcción de la casa. Su visión era tan específica que tuvo que diseñar sus propios muebles. Nada se adaptaba a su visión futurista. “Se trabajó mucho para escoger las plantas y poder crear el paisajismo completo. Entre elegir los colores y decidir cómo crecerían las plantas, nos llevamos mucho tiempo”, explica Angelina Rennell, la diseñadora que trabajó en conjunto con Gordon para este proyecto.
Un barco del futuro que navega en el espacio
La energía que proyecta la casa es de innovación y relajación. «Me enamoré de la casa. Es un objeto de arte en el que puedes vivir. Me gusta coleccionar arte, y realmente me atrajo tener una obra de arte en la que podría vivir, y estaba justo en la playa», asegura Gordon.
Además de crear una casa completamente curvilínea, buscaban que la imagen fuera extravagante pero minimalista. La casa no necesitaba muchos accesorios para resaltar porque de por sí, cada una de las paredes es una obra de arte. “Hay una sensación de minimalismo y moderación, pero en el jardín hay un espíritu libre e inusual”, asegura Rennell.
La casa mide únicamente 700 pies cuadrados. Cuenta con un dormitorio y un baño. El baño tiene una bañera redonda de 54 pulgadas, prácticamente es una mini piscina personal. En medio de la sala, se encuentra una escalera flotante de acero inoxidable y vidrio que conecta la cocina con el dormitorio.
La casa es como un barco del futuro y al estar en California, la vista es maravillosa. Cuentan con una protuberancia en forma de tubo con vista al mar, en el que Gordon asegura que tuvo más de una cena romántica con su esposo.
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