¡Talento venezolano! Carmen Montelongo: «La cocina es sanadora. Es mi oficio, mi vocación, mi vida»

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Carmen Montelongo, mejor conocida como «Lamontelongo», es poesía y arte en la cocina, y esto probablemente es porque ella es licenciada en Letras, con diplomados en Arte del Renacimiento y Semiótica. Además de que antes de hacer de los fogones su lugar de trabajo daba clases de historia del arte. La pasión con la que escribe es igual a la misma con la que cocina, y es por eso que es un deleite seguirla y verla en su cuenta de instagram @lamontelongo donde cuenta con más de 100.000 seguidores y nos enseña dìa a día trucos de cocina y recetas para preparar, amén de su chispeante personalidad.

¿Cómo empezaste a cocinar?

Desde niña me gustaba meterme en la cocina. Mi amor se exacerbó en la universidad, cuando estudiaba Derecho y mis compañeros venían a estudiar para mi casa y a mi me divertía cocinar para un grupo de gente y atenderlos hasta la madrugada. En ese momento no comprendía con claridad que el placer no era que estudiaran en mi casa, sino cocinar para ellos y verlos comer con tanto gusto. Luego cocinaba para las fiestas de todos y cuando me vine a dar cuenta estaba confeccionado los pasapalos de los eventos del Trasnocho Lounge y las tapas de Vinarte y haciendo catering. La cocina llegó a mi vida de forma orgánica y honesta, como llegan los grandes amores… ni siquiera me di cuenta hasta que ya vivía para ella.

¿Qué es para ti la cocina?

La cocina es sanadora. Es mi oficio, mi vocación y mi vida. Un trabajo que comenzó como un hobby y que no sólo cambió mi historia sino que me dió una razón para serle útiles a otros. Hay una sola palabra que define lo que es cocinar para mi: «plenitud».

Cocinar es generar «memorias a futuro» y eso es hermosísimos. Sí la gente entendiera que cuando cocinamos podemos generar hormonas de la felicidad en nuestros comensales y esos neurotransmisores pueden activarse en 20 años degustando el mismo plato. Sí las personas comprendieran que cada célula del cuerpo tiene memoria y aún los pacientes de alzheimer que no recuerdan ni sus nombres, sienten placer, gozo y confort al degustar sus platos favoritos. Si tuviésemos conciencia de eso, nadie delegaría el acto de cocinarle a los suyos, a terceras personas, sanaríamos el alma desde el fogón.

¿Qué hacías antes de cocinar?

Yo daba clases de Historia del Arte, soy licenciada en Letras y tengo un diplomado en Arte del Renacimiento y otro en Semiótica. El arte es una de mis pasiones, la escritura es otra y la cocina pues la más definitiva y práctica de todas porque siempre hay un «espectador» dispuesto a catar. Pura felicidad comestible.

¿Qué significa para ti tener esa legión de seguidores?

Es un privilegio que se dió orgánicamente pues cuando abrí mi cuenta de Instagram lo hice pensando en promocionar mi catering. La gente pedía las recetas de los platos y yo se las daba con muchísimo gusto y cuando me vine a dar cuenta éramos una comunidad enorme y leal. Es un compromiso y una responsabilidad, por eso respondo cada comentario y cada pregunta. Mis seguidores no son un número ni una estadística, son parte de mi familia y cuando les digo que LOS AMO CON TODAS MIS HORNILLAS es absolutamente cierto, son la razón de mi trabajo, sin receptores el mensaje no existe.

Ser «Lamontelongo» es lo más lindo que me ha pasado en la vida y la oportunidad que me dió el universo de unir mis dos pasiones en una sola plataforma, escribir y cocinar. Sigo trabajando duro por dar lo mejor de mi misma. La autenticidad es la única fórmula que no se agota. El día que ya no lo disfrute tiraré la toalla o los sartenes.

¿Cómo es el proceso creativo de Carmen?

Hay tres parámetros que rigen mis recetas para Instagram, el primero que sean recetas «probadas» para que al replicarlas en sus hogares queden perfectas y no se pierdan ni el tiempo ni los ingredientes. El segundo, hechas con ingredientes accesibles que además puedan ser sustituidos sí es necesario para que cualquiera puede hacerlas y hacer felices a los suyos en casa. Y el tercero y muy importante que honren la cocina venezolana. Yo siento que los cocineros que tenemos presencia en IG debemos mostrar nuestra comida típica, regional y resaltar nuestras costumbres. Es un deber.

¿Un plato que no sepa hacer?

Me gustaría aprender a hacer comida Thai. La respeto y me parece extraordinaria.

¿Qué es lo más rico que preparas?

El Asado negro es mi plato estrella de la comida venezolana y los Callos a la madrileña de la comida española. Son mis favoritos. De larga cocción y ambos llenos de paciencia y amor.

Uno es icono de la tierra en que nací y el otro herencia de la tierra de mis padres. El otro que creo que une ambas orillas, es la hallaca, que siempre digo que la mía es «Peregrina» porque reúne los sabores venezolanos pero con sus acentos canarios en el guiso. En la hallaca como en ningún otro plato, la sazón familiar es el ingrediente más importante.

He aprendido que la gente responde con amor al amor. Que todos estamos hambrientos de recetas sencillas, explicadas con mimo y formuladas para poder sustituir lo que no tenemos y que cuando nos encontramos con cuentas ellas, libros o personas que puedan brindarles, ya no las soltamos.

He aprendido que los seres humanos nacemos catadores y amamos comer y que poder realizar un plato y que nos quede bien es gratificante. He descubierto que todos somos felices dando felicidad y que la cocina es el modo más rápido, sabroso y eficiente de decir te amo. Y por encima de todo he reiterado que la única forma de ser diferente e inolvidable es ser AUTÉNTICO, no importa lo que elijamos ser, hay que hacerlo con autenticidad y pasión.

Siento que he evolucionado porque no comencé con un producto ni una estrategia, sino orgánicamente y le he puesto un poquito de «orden» al asunto. De estructura, sin olvidar lo que me trajo hasta aquí, el deseo de ser útil a mi comunidad, el compromiso a dar lo mejor de mi y el respeto absoluto a cada ser humano que me lee, no son números o estadísticas… son mis personas favoritas y los amo con todas mis hornillas.

¿Cómo decides qué receta hacer?

Para escoger la receta siempre priva que sean POSIBLES que jamás generen la frustración de ser técnicamente imposibles. Me guio por tres parámetros: uno, oigo las peticiones y gustos de mi comunidad. Dos cumplo los compromisos con mis aliados comerciales y las marcas de las que soy embajadora y tres y la más importante, intento que si bien hay recetas variadas el mayor peso siempre sea la comida venezolana, no es por gentilicio o idiosincrasia gastronómica es mi compromiso personal de agregar un granito de arena a difundir y preservar nuestras recetas.

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