Karina “Ser madre me ha enseñado el amor incondicional, no cambio este título por ningún otro en mi vida”

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Karina es la intérprete de temas que son el “soundtrack” de la vida de muchas personas, en esta entrevista comparte todo lo que ha sido hasta ahora su faceta como mamá, cómo va a celebrar su día y también habla de su música, con la que sorprende con nuevos géneros y marca un inicio que ya promete estar lleno de éxitos

Es una de las cantantes más queridas, Karina es un diamante de talento y buena energía, de esas artistas que lo tienen todo para cautivar a su público, algo que lo aprovecha muy bien. En su faceta de madre es inigualable, una guerrera comprensiva y con un temple para enfrentar al mundo por la felicidad de sus hijos, así que esta fecha la celebra a cada instante, este año es más especial, porque disfruta este día junto con su familia en la tierra que tanto ama, Venezuela.

“Me llevo a mis hijos a mi país Venezuela. Es un viaje inolvidable por los lugares más icónicos y maravillosos del país que me vio crecer, ese es mi regalo doble, para mí y para ellos. Le pido a D-os salud, entendimiento y mucha paciencia”

Una madre que ama la música, su interpretación logra sacudir emociones y desgarrar el alma, es como un pellizco en medio de esos sentimientos, que Karina consigue hacer inolvidable. Presenta un disco revelador “11:11”, que habla mucho de ella, del inicio de un ciclo lleno de muchas melodías y letras que van a enamorar a todo el que la escuche.

El amor infinito de Karina

Ser madre es lo más bonito de su vida, etapa en la que tuvo que hacer que la música fuera diferente y disfrutar de una melodía maravillosa en las voces de sus hijos Yasha y Xander, cada vez que le dicen mamá.

“Mi experiencia como madre es única, enriquecedora y maravillosa. Tener hijos me ha transformado en una mujer superior, distinta y mejor de lo que era sin ellos. Me ha engrandecido y enseñado el real significado del amor incondicional, y el poder infinito de la mujer. No cambio este status por ningún otro en mi vida”.

Yasha de 24 años y Xander de 17 años de edad, los hijos de Karina, han sido unos grandes maestros para ella y aman a su madre con locura.

“Lo que está por venir. Todas las etapas son muy diferentes entre sí y tienen su dificultad, aprendizaje y recompensa. Lo más valioso ha sido justamente eso, lo que he aprendido de ellos. Además de que son dos mundos y naturalezas muy distintas, me ha tocado comprender, aceptar y acompañarlos tal y como son, con sus visiones del mundo y de sí mismos, sus retos y sus diferencias. Tengo dos maestros en mi vida Yasha y Xander, que vinieron a romper todos mis parámetros y convicciones. Además nacieron y crecieron aquí en Estados Unidos, por lo que también me he tenido que adaptar de alguna manera, a un ambiente muy diferente, en cuanto a la comunidad y la mezcla de culturas. Sin embargo, con mucho ahínco, he conservado mis valores y tradiciones judías y venezolanas”.

Satisfacción 

Karina ama compartir con su familia, porque cada instante tiene un valor que atesora en su vida, aunque por las edades de sus hijos, debe adaptarse a sus agendas.

“Ahora que están grandes y son independientes, me toca hacer cola y coordinar nuestros tiempos. Eso era más fácil antes. Hoy tienen sus vidas y sus planes y yo tan solo parte de ellos. Así que disfruto cuando ellos me regalan unos minutos de su agenda. Viajar juntos es lo que más disfruto y por supuesto de los momentos cotidianos, las conversas profundas y el debatir nuestros puntos de vistas, que siempre son tan diametralmente opuestos. Siento escuchar a mi propia madre diciendo cosas como ‘Fin de Mundo’, ‘eso no es música’, en fin, las generaciones inevitablemente se desencuentran y los argumentos se repiten, a eso le llaman el ciclo de la vida”.

Como toda madre, también siente temores y preocupaciones, no importa la edad que tengan sus hijos, siempre serán sus pequeños.

“Mi mayor preocupación es y será siempre que sean felices, que se encuentren con la gente correcta y que tomen las decisiones adecuadas en sus vidas. Todos cometemos errores, así que eventualmente tomaran malas decisiones, pero que sea lo menos posible. Ahora me preocupa que se mudan ambos a Nueva York y los tendremos lejos físicamente. Es mi primera vez y me quedaré con el nido vacío, así que estaré pendiente de sus movimientos como individuos. Me preocupa con quiénes se vayan a juntar y quién les romperá el corazón, me preocupa que cada vez los puedo proteger menos. Creo que a las madres siempre todo nos preocupa”.

Los valores y recuerdos

Su familia siempre ha jugado un papel muy importante desde su infancia. Recuerda a su madre, a la que extraña y también a su hermana Yvette, que fue un ser especial, la acompañó siempre en cada paso y ahora desde otro universo.

“Hoy recuerdo su carácter, una mujer fuerte muy fuerte, rígida tal vez pero muy madre. Era tierna y tenía pasión por cuidar de nosotros. Tuvo 5 hijos. Le encantaban sus hijos varones. Recuerdo su voz grave, fumaba mucho y tomaba café exageradamente y se teñía el pelo de un color fucsia estridente (risas). Me hace mucha falta”.

Cada uno de sus aprendizajes y valores, se los enseña a sus hijos. Es ese legado que siempre quiere que permanezca en ellos.

“Deseo que conserven los valores y principios que les he inculcado. Ser compasivos, buenos, generosos y correctos. Me gustaría mucho que siguieran con sus familias la tradición judía, que finalmente siempre les brindará un lugar espiritual donde apoyarse y refugiarse. El haberles dejado una fe y la tradición judía, creo que ese es mi regalo más grande. He sido siempre una mujer tradicional y creyente, indistintamente de lo que en sus futuros decidan hacer o creer, fueron criados con preceptos que son eternos, prácticos en sus vidas y con la presencia de un D_os todopoderoso, que es quien rige sus pasos”.

La melodía de Karina

Empezó muy joven en la música y quizás no vivió tantas aventuras en ese momento, pero con su voz y carisma, hizo que sus fans la tuvieran presente siempre, los mismos que hoy van a sus shows, junto con las nuevas generaciones. Sus hijos respetan y admiran su carrera, pero, aunque tienen talento, no han querido estar en el medio artístico.

“Casi nunca me acompañan en mis shows, les ruego y les pido que lo hagan, pero siento que ellos rechazan todo lo que es mediático. Quizás porque ha sido el motivo de sacrificio también para ellos, no lo sé. A pesar de que ambos tiene talentos musicales increíbles (siendo hijos de una cantante y un productor musical, no tienen mucha opción), no han querido y cada vez tienen menos ganas de estar en  industria”.

Un «11:11» que predice el éxito

Cuenta Karina que todo empezó con las ganas de ser un sencillo hace como un año, se transformó en un disco. Se fueron sumando las ganas y los compositores, entre giras, shows, conciertos y un millón de actividades, que pudo concretar este disco, que es la continuación digna, de una historia musical, que comenzó hace 37 años.

“Este material maravilloso, lleva mucho de mí, no solo lo produje, sino también participé como compositora en varios temas. De modo, que es reflejo directo de mis experiencias personales y de la traducción de mí a través del tiempo. Asimismo, los nuevos valores que me acompañan, hacen que suene contemporáneo y fresco. Gente como Juan Miguel, Jeremías, Enghel, Pablo Def y otros, logran un sonido actual, sin alejarme jamás de mi identidad musical propia. En el disco podemos disfrutar no solo de las baladas a las que mi público está acostumbrado, sino además, de géneros que jamás había explorado, como merengue y cumbia. En fin, un disco que sin duda es distinto y que me ubica una vez más, en la palestra musical actual”.

La querida cantante se siente en sincronía con el universo y con ella misma. “El hecho casi frívolo, que la gente lo relacione con ‘pedir deseos’, cuando ven un 11:11 reflejado en el teléfono, dice mucho de la magia de estos números, que a nivel incluso esotérico representan el inicio de nuevos portales energéticos, y por supuesto, el 1 siempre como principio, el primero, el comienzo de algo nuevo”.

Karina y su forma de hacer música

La industria musical tiene grandes cambios y ahora es importante ser parte de ellos y estar familiarizado, algo que hace a la perfección la artista.

“Quizá lo más relevante o positivo de estos cambios, es la cantidad de plataformas y avenidas para los nuevos artistas, eso les da más posibilidad de acceso al mundo entero, aunque eso signifique que accedemos a productos y artistas muy débiles, pero todo en la vida tiene dos lados. Uso estas vías para promover mis propias producciones. Ser independiente, es una de las sensaciones de libertad a nivel creativo, más increíbles en esta etapa de mi carrera. Sigo aprendiendo y adaptándome a esta nueva forma, pero siempre con la cautela de nunca perderme en el proceso. Conservo mis raíces musicales, es la razón por la que me distingo de otros artistas”. 

Encontramos muchos singles y pocos discos completos, o quizás aparecen después de promocionar varios de sus temas, en el caso de Karina, ella decide mostrar un disco repleto de grandes temas, que su público espera con ansias.

“Me gusta lo clásico, el modus operandis de otras épocas. También la respuesta y necesidad de un público leal que me sigue, es mío propio y merece un paquete de hermosos temas, realizados con mucho trabajo y sacrifico para ellos. Tengo un público noble que ha comprado mis discos por más de tres décadas, a ellos dedico este impulso. Es indispensable tener un sello propio, no doblegarse ante las modas o tendencias, el simple hecho de seguir ofreciendo productos nuevos y material inédito de gran calidad musical en todos los aspectos, ya es un éxito. Hablar de evolución es redundante, cada día que trabajo en la música y traigo nuevas alternativas, significa evolución. Haber pasado del vinil al ‘aire’, lo dice todo”.

Lo que viene  

Karina siempre tiene ese humor que te hace entrar en confianza y una calidez que de inmediato hace que la ames, si la escuchas cantar ya pasaste a otro nivel, porque con su voz te llega directo al corazón y hace valer “Yo soy tu vicio”.

“En este disco no tengo un tema preferido. Cada uno de ellos es especial por distintas razones. No se le pregunta a una madre cual de tus hijos es el favorito (risas)”.

La intérprete tiene otro video que saldrá muy pronto de la canción “Cuarenta”, que hizo con Daniela Barranco, el género es merengue, así que Karina tiene otro coqueteo importante, aparte de la cumbia.

“Tengo un show nuevo diseñado para esta gira, aunque siempre están las canciones icónicas claro. Nuevas visuales, arreglos y por supuesto algunos temas que no he cantado hace mucho tiempo, junto a los nuevos de este disco”.

Sus consejos musicales

Le pedimos un mensaje para las nuevas generaciones que están apostando por hacer buena música, en especial para los venezolanos, que además tienen ansias por volver a disfrutar de tu talento en vivo.

“Siempre me emociona hablar de música cuando pienso en Venezuela, es un país donde sobra el talento y el entusiasmo por hacerla. Tenemos Orquestas Sinfónicas regadas por el país, viajando a otros, clavando esa bandera en cada lugar que va. Tenemos chicos que canta urbano, que giran por el mundo y cuya bandera es la misma. Creo que la música es realmente el lenguaje universal, buen ejemplo de ello, fue haber sobrevivido a la pandemia a través de la música, porque sana y da esperanza, así mismo, seguimos creyendo en ella porque nunca nos abandona, nos acompaña, nos consuela, nos da fuerza, nos recuerda épocas y gente, en fin, quisiera dejarles claro a las nuevas generaciones, que la música es eterna y no tiene barreras de ningún tipo y que en ella siempre encontrarán un lugar de amor, muy seguro, donde descansen sus pensamientos y poder acobijar el corazón, que en Venezuela hay talento para rato. Creo profundamente en él. Eso sí, hay que hacer cosas trascendentes y siempre de calidad. Cuando se hace música debemos pensar en los que vienen y en la eternidad.

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