¡Una verdadera obra de arte! Fue lo que pudimos ver en la pasarela presentada por Moschino que, bajo la creatividad de su director Jeremy Scott, adaptó lo mejor de las obras de Pablo Picasso y lo plasmó en una colección que destiló color, magia y mucha inspiración por doquier.
Teniendo como premisa las obras de Pablo Picasso, cuyas pinturas cubistas tenían una temática de instrumentos musicales y aquellas pertenecientes al Periodo Rosa y de temática circense; la firma Moschino exhibió una colección inspirada en este famoso pintor, que se destacaron por diseños estructurados que tenían aspecto arquitectónico.
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Entre las modelos que dieron la cara sobre esta pasarela estuvieron: Kaia Geber, Bella y Gigi Hadid e Irina Shayk, quienes se encargaron de lucir algunas creaciones fantásticas y nunca antes vistas, una característica muy particular de la firma.
Un mono de arlequín en tonos rosas y azules, un body convertido en violín, vestidos estampados con partituras o inspirados en sus pinturas al carboncillos, blazers dorados con forma de violonchelo, trajes de chaqueta de estampado tipo arty y hasta un vestido de novia con las famosas palomas de la paz de Picasso, fueron algunas de las piezas que se destacaron de esta propuesta que tenía como objetivo realzar el legado artístico del pintor.
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Por otro lado, hubo un gran homenaje al folclor español que consistió en una serie de vestidos de volantes rojos con lunares negros y más guiños a la cultura española. Y, por si fuera poco, el desfile estuvo amenizado con la interpretación musical de Rosalía, quien cantó temas como: «Malamente», «Que no salga la luna» y «De aquí no sales». Sin duda alguna, se trató de un evento que marcó pauta en la Milán Fashion Week.