La noche de ayer en los premios Oscar fue, sin lugar a objeciones, la noche de Gaga con dos nominaciones como Mejor Actriz (que se lo llevó Olivia Colman) y Mejor Canción Original (ganadora), ella lo tenía todo: su outfit fue impecable, un vestido negro de Alexander McQueen y su perfecto performance junto a Bradley Cooper cantando Shallow, pero el mejor complemento de todo esto fue su exquisito collar Tiffany & Co. una obra de alta joyería que tiene tanto buen gusto como valor histórico.
Stefani Joanne Angelina Germanotta o simplemente Lady Gaga, sí que lo ha sabido hacer. Atrás ha quedado las excentricidades y las polémicas entorno a su carrera y vida personal. Desde que saltó a la fama en 2008 con su álbum The Fame esta artista ha pasado por distintas facetas y actualmente se nota su madurez (o quizás es el efecto hollywoodense de Ha nacido una estrella).
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Gaga se convirtió en la tercera mujer en usar esta joya en 141 años. Descubre a continuación su historia.
Eran dos
La primera en utilizarlo fue la activista Mary Whitehouse en el baile que organizó Tiffany en Newport (Rhode Island, Estados Unidos) en 1957. Luego, fue visto en el cuello de Audry Hepburn en Desayuno con diamantes (1961) pero no durante el rodaje de la cinta ya que por razones de seguridad la pieza no se prestó para las grabaciones, pero la actriz belga pudo lucir el diamante amarillo solamente para la sesión de fotos promocionales de la película.
Para la sesión de fotos en los años 60, Audrey lo lució engarzado como pieza central en una gargantilla. Pero esta creación se convirtió en un collar largo en 2012 para celebrar el 175 aniversario de la marca, para este acabado final se tardó un año en concebirse y suma otros 120 quilates en diamantes blancos.
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El debut 141 años luego
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Esta extravagante pieza vio las luces de los flashes de una alfombra roja por primera vez anoche en el cuello de Stefani.
“Lady Gaga es una gran creadora, es pura innovación y ha roto muchos moldes. Estoy encantado de que lleve nuestro legendario Tiffany Diamond en la alfombra roja de los Oscar, por primera vez desde que se descubrió hace 141 años”, ha expresado el director artístico, Reed Krakoff. Pero esto no es casual, Vanessa Friedman, la crítica de moda de The New York Times, señala que esta colaboración entre Gaga y la casa de joyería podría ser la más cara de la historia.
La historia detrás de la joya
También conocido como el Diamante Amarillo Tiffany por su propietario, esta piedra es considerada uno de los descubrimientos minerales más importantes del siglo XIX, así lo reseña el El País de España. Fue encontrado en las minas Kimberley de Sudáfrica en 1877 y fue adquirido por el fundador de la compañía, Charles Lewis Tiffany, por 18 mil dólares.
El diamante original era de unos increíbles 287,42 quilates, pero tras ser esculpida en París por el gemólogo George Frederick Kunz se quedó en otros nada insignificantes 128,54. La magia también se esconde en la forma: de talla cojín, el experto tardó un año en dar con el perfil definitivo que cuenta con 82 facetas (24 más de lo que es habitual) favoreciendo estas el reflejo de la luz. La adquisición de esta pieza consolidó la reputación de la marca Tiffany como autoridad en diamantes.
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24 horas a la venta
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“Este diamante único salió a la venta durante 24 horas a través de un anuncio por palabras en The New York Times en 1972. Su precio: cinco millones de dólares, el equivalente a casi 26 millones actuales”, cuentan desde la marca; y nadie lo compró, quizás se dudó sobre la veracidad del anuncio.
Por lo general esta pieza está expuesta en la emblemática sucursal de la marca en la Quinta Avenida en Nueva York y sale en escasas ocasiones, siempre (hasta ahora) para exposiciones en Tokio, Dubái, Pekín o Londres.
¿Un tributo?
Podríamos decir que The Mother Monster hizo un pequeño homenaje a la actriz Audry Hepburn con su vestido ¡y el diamante! En su llegada al teatro Dolby lo hizo con un vestido palabra de honor de Alexander McQueen y luego para la actuación con el tema que le valió su primer Oscar optó por un modelo, también negro, pero escote a la espalda. Su inspiración en ambos casos fue clara: Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, ¿no lo crees?
